El nacimiento de tu bebe provocó alegría inmensa y un cambio radical en tu vida. Pero con él también llegaron más responsabilidades, menos horas de sueño y también, de sexo. La tigresa que solías ser se convirtió en una gata tímida que prefiere compartir más tiempo con su hijo que con su esposo.
El 90% de los padres primerizos experimentan una caída significativa en la satisfacción de la relación, según un estudio de la Universidad de Denver realizado en el 2009. De las parejas analizadas, las que no tenían hijos veían que la relación se desgastaba más lentamente mientras que la llegada de los hijos suponía un declive más abrupto. Es natural: tu hijo ahora ocupa el primer plano y todas tus atenciones y mimos se dirigen hacia él.
Para Esther Perel, autora del libro «Mating in Captivity», una parte de la ansiedad reside en que no solamente sentimos la obligación de ser los padres perfectos y proveer todo para nuestros hijos, sino que también queremos que nuestras relaciones maritales sean felices, plenas, sexualmente excitantes y emocionalmente íntimas. El sexo es «el pegamento que une a las parejas», dice el sexólogo Ian Kerner, autor del bestseller «She Comes First» [Ella viene primero, ed. William Morrow].
Aquí algunos consejos que puedes poner en práctica:
1. Trabaja en tu autoestima
Hay mujeres que después de ser madres no se sienten tan atractivas como para tomar la iniciativa. Realiza actividad física –autorizada por tu médico– y lleva un régimen de alimentación balanceada. Cómprate alguna lencería nueva y disfruta de tu cuerpo.
2. Busca espacios para los dos
Cualquier motivo es bueno para celebrar la compañía de tu pareja: pueden ir por una copa, comer algo rico o dar un paseo nocturno. Estas actividades fortalecerán su relación y propiciarán un encuentro más íntimo.
3. Trata de hacer dormir a tu hijo en su propia cama, sobre todo si ya no es un bebe
Hay padres que dejan que su intimidad se vea afectada por «esa pequeña presencia», un aspecto que podría traer problemas a largo plazo. Busca la manera de monitorear su sueño mientras esté en su habitación o que alguien lo cuide en ocasiones especiales como en tu aniversario o algún fin de semana.
4. Usen su creatividad
Si tu hijo es mayorcito, puede pillarlos, así que busquen la manera de impedir la entrada a su habitación, poner música o la TV para amortiguar cualquier ruido o escápense a un hotel de vez en cuando... ¡romper la rutina es divertido!
5. Educa a tu pequeño en la privacidad
Enséñale a respetar los espacios de cada uno. Es importante que entienda que existe un vínculo especial entre tú y tu pareja y que este requiere atención, cuidado y respeto. Responde a sus preguntas sobre sexualidad de manera clara. Mucha suerte y ¡a disfrutar!