El 2021 marcó un antes y un después en la vida de Ale Carrasco (Lima, 1995). Ese año, la actriz y comunicadora descubrió que había algo que la apasionaba aún más que subirse a un escenario: ayudar a los perros en estado de abandono.
“Siempre he amado a los animales. Cuando era niña y veía perros en la calle, me ponía a llorar y le decía a mi papá que algún día tendría un refugio. A lo largo de mi vida, he evitado hablar sobre ese tema para no sentirme mal, pero la llegada de Theo despertó ese sueño”, confiesa.
Gracias a la llegada de su hijo de ‘cuatro patas’ y a una técnica actoral que le permitió reconectarse con su sensibilidad, la comunicadora de profesión se dio cuenta que quería dedicar sus días a difundir información sobre tenencia responsable de mascotas.
“El próximo año voy a estudiar educación canina de manera profesional. Hay algo que a mí me mueve mucho y es el hecho de que cada vez más perros tengan calidad de vida y un mejor vínculo con sus humanos. Nadie debería tener un perro para sentirse estresado sino para educarlo y cuidarlo”, cuenta.
Misión WUF
Ale Carrasco cosecha una sólida comunidad de más de 50 mil seguidores en Instagram, quienes hoy la siguen para divertirse con su contenido, conocer su día a día junto a Theo y aprender más sobre el cuidado de mascotas.
“Lo que trato de inculcar en las personas que me siguen es que se puede ayudar de muchas formas. Tal vez alguien no puede ponerse al hombro un rescate, pero sí puede tener comida en su carro para alimentar a un perro callejero o puede difundir un caso de adopción”, enfatiza.
Justamente, ella utiliza sus redes sociales para compartir diversos casos de rescates. Uno de ellos fue el de Tiger, el primer perrito que recogió de las calles y con el que pudo conocer el impacto que tiene el cambiar la vida de un animal en estado de abandono.
“Con él aprendí lo que era buscar un hogar temporal, conseguir precios sociales en una veterinaria y lo lejos que puede llegar la bondad humana, ya que varias personas se involucraron en su caso”, recuerda.
El espíritu de ayuda que caracteriza a Ale, la acaba de convertir en una embajadora de WUF. Como Wufer, es una de las personalidades encargada de difundir la misión de la ONG y visitar albergues de mascotas.
“Mi primera visita a un albergue junto a WUF fue una de las experiencias más bonitas de mi vida: el ver a animales con calidad de vida, esperando una familia y un hogar, no tiene precio”, revela.
“Me reconforta saber que cada vez somos más personas las que queremos un mundo mejor para los animales en estado de abandono y que no estoy sola: cada vez hay más personas en esta lucha”, añade.
¡Únete a WUF! Recuerda que, ingresando a Club WUF, puedes apadrinar a una mascota desde S/ 9.90 y así contribuir con la misión de la ONG.