Seguro te ha pasado: te descuidas unos minutos de tu perro en el parque y, de pronto, te das cuenta que está comiendo pasto. ¡Tranquilo! Aunque esto puede ser preocupante, lo cierto es que no es tan grave como parece…
Según la etóloga Wailani Sung, no existe una razón que explique por qué los perros comen pasto, ya que hay varias causas detrás. “Los científicos han formado algunas teorías y han refutado algunos mitos basados en la investigación que tenemos”, recalca.
Algunos especialistas sugieren que los perros comen pasto de forma instintiva, así como lo hacen sus antepasados. Y es que se ha observado que los cánidos salvajes, de la familia Canidae (que incluye lobos, chacales, zorros y coyotes), comen pasto.
Mientras que otros expertos dicen que lo hacen como una forma de complementar un nutriente que necesitan (en este caso, la fibra). Eso sí: vale la pena recalcar que los canes no pueden digerir pasto. “La hierba pasa principalmente a través del tracto intestinal del perro sin digerir”, señala Sung.
Un comportamiento normal
Para tranquilidad de los dueños, un estudio científico publicado en 2017, identificó que “comer pasto era un comportamiento normal del perro y no era indicativo de una enfermedad subyacente”.
Todo lo contrario: el estudio reveló que este comportamiento podría estar influenciado por el nivel de hambre de la mascota y que, normalmente, empeoraba si el perro no había comido.
Algo que vale la pena mencionar es que los perros son animales muy curiosos, ya que utilizan sus hocicos para explorar casi todo lo que encuentran a su alrededor, por ejemplo, el pasto.
“Así como algunos niños comen tierra, los perros prueban la hierba. Algunos, incluso, pueden aprender a disfrutar el sabor del pasto”, agrega Sung.
Tenencia responsable
Si bien este comportamiento no refleja una enfermedad o un problema más grave, existen ciertas recomendaciones que los dueños deben tener en cuenta.
- Pesticidas: los dueños deben asegurarse de que el pasto que come su perro no contenga pesticidas que puedan envenenarlo.
- Heces: algunas mascotas dejan heces en el pasto, lo que podría ser contaminante para otra mascota. Existen enfermedades, como el parvovirus, que se transmiten por la vía fecal oral, así como otros parásitos.
Lo más recomendable es pasear a tu engreído con una correa, asegurándote de que no comerá nada peligroso en la calle.
Sí, el pasto es inofensivo, pero debes estar atento a que no tenga pesticidas, heces y/o otros residuos que puedan afectar a tu mascota.
Ingresa a Consultorio WUF y encuentra más artículos sobre tenencia responsable de mascotas. Para apoyar la labor de WUF, ingresa a: wuf.pe.