Al igual que el ser humano y otras especies de mamíferos, nuestras mascotas también pueden padecer cáncer de mama. Sin embargo, existe muy poca información al alcance de los dueños y, por ello, se desconoce la gravedad de esta enfermedad.
En ese contexto, el oncólogo veterinario Mario Verano Zelada (C.M.V. 6112), explica cómo se manifiesta este cáncer en los engreídos de casa.
¿Cómo saber si nuestra mascota tiene cáncer de mama y qué exámenes podrían detectar esta enfermedad?
El principal signo de alerta es el aumento de volumen de una o más glándulas mamarias en nuestros pacientes. Esto, independientemente del tamaño, forma, ubicación y consistencia.
Generalmente, se trata de nódulos o lesiones de forma alargada con ulceraciones o heridas que no sanan y que, desafortunadamente y por desconocimiento, podrían estar en nuestro paciente por semanas o incluso meses antes de la consulta.
Para detectarlo a tiempo, es necesaria una inspección clínica minuciosa. Por ello, se recomienda que, a partir de los 7 años, se realicen consultas oncológicas frecuentes con el fin de detectar cualquier cambio en la consistencia del tejido mamario. Así se podría realizar, según el caso, una citología previa y complementar con ecografías tipo doppler.
De detectarse tempranamente, el paciente debe ser operado con prontitud. Con el análisis de la pieza operatoria extirpada, podremos determinar la naturaleza del tumor, el grado de malignidad y su posible comportamiento en el tiempo.
¿En qué consiste el tratamiento?
El tratamiento de elección es la cirugía, que puede incluir a la mastectomía radical más la ovariohisterectomía.
Podría adicionarse la quimioterapia convencional, metronómica o electroquimioterapia. Estos últimos de manera complementaria a la cirugía, pero siempre considerando el estado de la enfermedad y la calidad de vida de nuestros pacientes.
Aproximadamente, ¿cuál es el costo aproximado para tratar esta enfermedad?
Los costos y la duración del tratamiento van a depender de la presentación de la enfermedad y el compromiso a nivel sistémico del paciente. También dependerá de las opciones terapéuticas que se necesiten para brindarle la mejor calidad de vida posible.
En resumen, a mayor tamaño y mayor compromiso de la enfermedad se incrementarán los costos.
¿De qué forma podemos evitar el cáncer de mama en nuestras mascotas?
La principal medida es la ovariohisterectomía (extirpación de los ovarios y el útero) antes del primer celo, pero conforme pasa el tiempo el efecto protector va ir disminuyendo. Es importante señalar que esta medida protegerá a nuestro paciente únicamente de los tumores dependientes de hormonas.
Sin embargo, debemos tomar conciencia de que también existen los tumores no hormonodependientes, que equivalen al triple negativo en seres humanos, los cuales pueden ser más agresivos. Por este motivo, las revisiones clínicas minuciosas serán de vital importancia en el control médico de nuestros pacientes.
Así mismo, podríamos considerar que otras medidas importantes de prevención son: la alimentación saludable, la reducción del estrés (este fenómeno puede disminuir la actividad del sistema inmune, el cual es muy importante en la destrucción de células tumorales) y evitar el sobrepeso.
Y, finalmente, se deben realizar consultas oncológicas con cierta periodicidad, especialmente si la mascota presenta antecedentes como: falsa preñez, historial familiar conocido, algún cambio anómalo de la glándula mamaria o si tiene más de 7 años.
¿Cuál es el porcentaje de pacientes que fallecen por esta enfermedad?
Debemos recordar dos principios fundamentales en la oncología veterinaria: el primero es la calidad de vida y el segundo es mantener a nuestro paciente el mayor tiempo libre de enfermedad.
Desafortunadamente, el cáncer obedece a desórdenes genéticos que no pueden ser revertidos con la medicina actual, por lo que las neoplasias mamarias tienen un tiempo de evolución. Por ello, los tratamientos tempranos van a llevar a nuestro paciente a ubicarse en el lado positivo de la curva de supervivencia.
Finalmente, debemos considerar que el cáncer es una de las principales causas de muerte en seres humanos y caninos, pudiendo alcanzar el 70 % de mortalidad en la clínica diaria.
No olvidemos que la principal arma será la prevención y la atención temprana, ya que de esta manera evitaremos que la célula tumoral siga malignizándose en el tiempo y adquiriendo mutaciones, que a la larga restará tiempo y calidad de vida de nuestro paciente.
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