MDN
El verano aumenta el riesgo de otitis en los perros - 1

Si bien es cierto que la otitis en perros y gatos se produce por varios factores, el calor, la humedad y la falta de ventilación pueden aumentar la incidencia de infecciones de oído, lo cual puede ser muy frustrante para quienes tienen mascotas, especialmente si tienen perros que gozan zambulléndose donde puedan.

La otitis es la inflamación del conducto auditivo, la que empieza en el pabellón auditivo (oreja) y recorre todo el oído del animal, hasta alcanzar el tímpano. La otitis se debe a la acción de ciertos tipos de bacterias y hongos que alcanzan el oído del perro y provocan su infección e inflamación.

Esta situación es más recurrente en animales que tienen las orejas colgantes, como los perros de raza Labrador, Cocker Spaniel o Basset Hound, o los perros de orejas peludas, como los Schnauzer. En estos casos la anatomía del animal no ayuda pues, en el primer caso, la oreja bloquea el flujo normal del aire y contribuye a que hongos y bacterias se alojen al interior de los canales y conductos. En el segundo caso, el pelo puede ser imán de posibles infecciones

La recurrencia aumentará con los perros que tiene alma de pato. Claro que una potencial infección de oído no es motivo para frenar la naturaleza acuática de tu mascota, sin embrago, siempre es bueno ser consciente de los cuidados que necesitas tener con los perros que adoran el mar, el río, las lagunas o las piscinas.

A qué estar atento

Verlos sacudir la cabeza, inclinarla o rascarse las orejas con mucha frecuencia son tres de las principales señales de que tu mascota puede estar sufriendo de algún problema relacionado con el oído.

Un oído sano y limpio suele ser de color rosa pálido y sin olor alguno. Tres señales de posible infección de oído son:

-Un color rosado intenso.

-Presencia anómala de cera.

-Secreción viscosa marrón o verdosa.

-Hedor intenso y desagradable.

Una otitis ignorada o mal tratada puede terminar en una situación tan seria que requiera el uso de un cono como éste.

Cuando la infección no es tratada, las señales aumentan. El animal comienza a caminar con la cabeza ladeada hacia el oído afectado y puede llegar a perder el equilibrio.

En todos estos casos, lo mejor será consultar con un médico veterinario. Lo más probable es que éste recete un tratamiento con antibióticos orales y lociones anti inflamatorias y antimicóticas para ser aplicadas directamente al oído afectado. Un lavado con agua y vinagre también será recomendado. A estas alturas es importante tomar en cuenta que debido a la inflamación, el animal puede estar sintiendo dolor y posiblemente dificulte la tarea de limpieza.

El oído del perro se divide en tres partes:

La fracción externa y visible - es la oreja del animal

El oído medio – éste lo protege de los sonidos excesivos

El oído interno - conjunto de conductos intrincados y cavidades rellenas de líquido que le confieren la capacidad de oír y de guardar el equilibrio.

Prevención

-Colocarle tapones o algodón al momento del baño.

-Recortarle el pelo largo que tenga alrededor de las orejas.

-Realizar limpieza una vez por semana. De no saber cómo hacerlo, pedir ayuda a su médico veterinario o especialista.

-Hacer revisiones periódicas de oídos.

-Si tienes un perro acuático, siempre supervisa cuando se esté bañando, no te confíes de la idea de que los perros saben nadar.

-Si tu perro no simpatiza con el agua, nunca lo obligues a meterse al mar o a una piscina.

Contenido sugerido

Contenido GEC