Para quienes hoy vieron amanecer tranquilas a esas mascotas que sufren terremotos de pánico debido al violento ruido de la pirotecnia, hoy es un día feliz pues, una vez más, superaron el lado estruendoso de la Nochebuena y la Navidad. Penosamente, no es el caso de quienes amaron a Luna. Esta perrita no vivió para contarla.
El mismo 25 de diciembre, Hernán Javier Barraza publicó el siguiente comentario en su muro de Facebook:
'Puede que me leas o no... puede que te importe o no. La de mi foto es Luna, la perra más grande y dulce que pasó por mi vida a pesar que no es mía. La paseo desde sus 7 meses cuando la iba a buscar y me tenía miedo. Logré que se adapte, que confíe en mí y me brinde sus 60 kg de amor a diario. La bañé, la cuide y la amé! Hoy 9 años después, me llaman sus papás, volé hasta su casa para ayudarlos a llevarla a un veterinario, pero no llegué. Luna tuvo un paro, no soportó el pánico que le produjeron los cohetes. Por más precauciones que tomaron sus papis, no resistió. Dejó mi alma y la de ellos absolutamente destrozadas. Llevo 10 años pasando "fiestas" solo o acompañado en mi casa para contener a mis animales, llevo años intentando concientizar a la gente sobre el efecto de la pirotecnia en personas autistas y animales. Hoy me cuenta un amigo, Ariel Jara Romero -con quién si se pueden comunicar para donar algo, se agradece-, que murieron 2 de sus vecinos, padres de familia, dejando 6 criaturas a la buena de Dios porque un globo les prendió fuego la casa. Qué más podemos decir sobre la pirotecnia que no hayamos dicho. Lo triste es que esto solo lo vamos a leer los boludos que no la usamos y que corremos para solidarizarnos con el otro. Yo me quedo absolutamente destrozado y sin consuelo. Si usas pirotecnia, nada, sabé que te llevaste 3 vidas.
Te amo Lunita, siempre y donde estés!!! Te voy a extrañar horrores!!!'
Ayer nos comunicamos con Hernán para conocer un poco más de Luna. Este argentino, residente de Buenos Aires, llevaba años paseando a esta perra de raza Kuvasz (o Pastor Húngaro) y nos contó que pese a su gran tamaño, era tímida, miedosa en general, aunque dócil con quienes tenía confianza. Pero sobretodo, era un animal amado y muy valorado.
“Pude hablar poco con la familia, están muy acongojados. Luna era la mascota de una pareja mayor que quedó sola luego de que los hijos se fueron de la casa. Era su compañera”, comentó Hernán vía Whats App.
En esta página hemos publicado incansables veces artículos que informan sobre los efectos negativos, y hasta mortales, que tienen los artefactos pirotécnicos no solo en los animales, sino también en niños y en personas con autismo u otras condiciones mentales.
Hernán pasea perros desde el 2005 y conoce de cerca el efecto que el estruendo de los cohetes tiene en muchos animales. Él mismo tiene mascotas que sufren mucho en fechas festivas debido al ruido causado por la pirotecnia.
“En casa, de los 7 perros que tengo, 5 tienen pánico a los cohetes. Por suerte acá los puedo acompañar y los tengo contenidos, pero los perros de mis vecinos, por ejemplo, en Navidad se pasaron a mi casa y los he tenido que contener hasta que pase todo y regresen sus dueños”, comenta Hernán. “Y es que más allá de que tengan un oído más sensible que los humanos, ellos no tienen el raciocinio para entender qué esta pasando. Es como que te revienten una bomba al lado, entonces cómo uno hace para que ellos comprendan, no me puedo imaginar lo que sienten”.
Hernán cuenta que en Argentina la situación con la pirotecnia es similar al Perú; si bien existen leyes y normas que prohíben la venta, no hay mayor control sobre el uso de los artefactos.
“¿Quién va a registrar a las 12 de la noche si se están tirando cohetes o no? Ese es el gran problema... Hasta que no se prohíba la comercialización, va a ser imposible controlar esta situación. Y no se trata de pedirle a las fábricas de pirotecnia que cierren, nadie quiere que gente se quede sin trabajo, pero se pueden adaptar los artefactos para evitar el ruido y que solo sean luces, como ya se hace en algunos países de Europa”.
Mientras tanto solo queda seguir repitiendo los mismos artículos informativos con la esperanza de que más gente tome consciencia y se sume a la movida anti pirotecnia. Y es que al final de los días festivos, así como quedan los que celebraron entre petardos y mamá ratas, también queda el luto de algunos... y éste durará mucho más de lo que duran las luces, los ‘selfies’ y el reventón.
“¿Qué le diría si pudiera escucharme? Que la extraño, que la voy a extrañar muchísimo... Me cuesta mucho hablar sobre Luna porque fue... hay perros que a uno lo marcan y ella me marcó”, agrega Hernán.
¿Cómo ayudar a tu mascota?
Recomendaciones de Hernán
Antes de elegir qué darle a tu mascota para aliviar el efecto de la pirotecnia en ellos, hacer lo siguiente:
-Preguntar a su médico veterinario qué hacer en cada caso. No se dejen llevar por comentarios ni notas que lean en publicaciones. Cada animal es distinto, puede o no tomar algo.
-Tengo entendido que las gotas de sedación no son buenas pues, según lo que me han explicado veterinarios de confianza, al tomarlas, el perro se queda quieto pero sigue escuchando y mucho no puede hacer. Este estado lo estresa más e incluso podría generar un paro más rápido.
-Existen vendajes anti estrés que algunos especialistas recomiendan para ayudar a los perros que sienten pánico a los ruidos fuertes, como las tormentas y la pirotecnia.