Andrea Neyra asegura que ella nunca fue de esas personas que se derriten por los animales, hasta que conoció a Sirius Jagger.
Podríamos decir que todo empezó hace como un año. Andrea y su novio, José Miguel Martínez, decidieron comenzar una vida juntos en su departamento. Fue ahí donde empezaron las conversaciones sobre tener una mascota.
Jose, como ella lo llama, había crecido con perros y le contaba a Andrea lo lindo que es la vida con uno en casa. Andrea no tenía ni idea de lo que le hablaba, para ella lo más cercano a una mascota habían sido dos tortugas charapas.
“Con mi hermana siempre quisimos tener un perro de chicas. Para mi mamá un perro debía estar adentro y ser parte de la familia, pero mi papá se había criado en la hacienda de sus padres en Camaná y para él, el perro debía estar en una azotea y cuidando la casa. Por evitar peleas, mi hermana y yo nunca conocimos el amor de un perrito”, cuenta Andrea.
Las conversaciones entre Andrea y Jose sobre tener un perro juntos empezaron a ser más seguidas, hasta que un día ambos coincidieron: adoptarían un perro.
“Conversamos mucho sobre la paciencia y el amor que uno debe tener cuando un perrito te acompaña. Jose me explicó que habría días difíciles, pero que no podía perder la paciencia. Me puse a pensar en la ropa que dejaba tirada en el piso del cuarto cuando me ponía pijama, en los zapatos que no guardaba y empecé silenciosamente a practicar el ejercicio de ser más ordenada”, cuenta Andrea.
Empezaron a seguir páginas en redes sociales que publican historias de perros en adopción. Andrea le hacía pantallazos a las fotos de los perros que le llamaban la atención y se las mandaba a su novio por Whats App. No tenía una preferencia; cachorro, adulto, le daba igual, solo buscaba sentir esa conexión que “todo el mundo” le decía que se siente cuando tienes tu perro.
Andrea solo sabía que debía ser macho pues ya tenía el nombre: Sirius por su afición a Harry Potter y Jagger por ser el trago favorito de Jose.
“¡Un día lo vi! Era blanco, macho, un año de edad y tamaño mediano. Estaba sucio, lleno de pulgas y garrapatas, con una mirada cabizbaja y temblaba de miedo. Era Sirius Jagger. Solo me inspiró ternura, amor y pasé de simplemente ver las publicaciones a preguntar ¿sigue en adopción? No recibí respuesta. Escribí al número de la publicación y me respondieron que sí. Luego otra vez silencio. Y es que las personas que rescatan animales en condiciones vulnerables se vuelven temerosos de entregar a sus protegidos de buenas a primeras ya que las experiencias no son todas buenas. Insistí y le escribí directamente a la persona que difundió la publicación y, finalmente, empezamos a conversar”, recuerda Andrea.
A mediados de este año, a Sirius Jagger lo encontraron deambulando solo en un grifo ubicado en la Av. Los Dominicos, en el Callao. Al notar que era un perro albino, su rescatista no dudó en llevarlo su casa pues en esas condiciones, tal vez no habría sobrevivido en la calle.
Sirius solo pasó una semana con su rescatista y los otros 30 y pico perros rescatados que tiene en su casa. Y el pasado 23 de agosto a las 11 de la noche Sirius Jagger fue llevado por la misma rescatista al departamento de Andrea y Jose Miguel.
“Apenas se abrió la puerta del ascensor, él entró y me olfateó, olfateó a Jose y se echó en el suelo con las patas hacia atrás. Lo amé desde el primer momento. La chica que nos lo entregó nos contó su historia, nos dio su receta médica porque lo habían castrado recientemente y nos hizo firmar un contrato de adopción. Acordamos enviarle fotos con frecuencia”, dice Andrea.
“Esa noche no dormimos”, agrega. “Sirius estaba desorientado, no sabía dónde estaba, lloriqueaba un poco y sus patitas hacían un sonidito contra el piso que nos tuvo en vela. Jose se acercaba a él para consolarlo y abrazarlo”.
Han pasado dos meses desde esa noche tan especial. El saldo hasta ahora ha sido un mueble roto y algunos cojines mordidos. Para calmar su ansiedad de separación, Sirius tiene un adiestrador.
Andrea y Jose están poniendo todo de su parte para que esta adopción funcione. Sirius Jagger es un poco sordo y por ser albino, lo recomendable es que en días soleados use lentes con protección UV cuando salga a pasear. Además llegó con erliquia, anemia y un cuadro hepático por el que deberá tener una dieta baja en grasa por un tiempo. Nada de esto ha impedido que sea recibido y tratado con paciencia y mucho amor por esta joven pareja.
La conexión entre ellos tres es tan intensa que Sirius Jagger llevará los anillos de matrimonio cuando Andrea y Jose se casen el próximo año.
“El adoptar a un animal implica una responsabilidad más grande que la de una simple compañía. Los perritos de la calle están marcados por situaciones que muchos desconocemos y hay que tenerles paciencia, y ser lo suficientemente tolerantes como para amarlos con todo lo que vengan”, advierte Andrea. “Si Jose o yo no tuviéramos los medios para cubrir los gastos que tenemos ahorita con Sirius, seguramente él estaría de nuevo en la calle y sería parte de la estadística de las deserciones. Cuando alguien decide hacerse cargo de una mascota, debe ser consciente que éstas suelen venir con temas que pueden implicar gastos y estos no se cubren solo con buena voluntad”, agrega.
Si estás interesado en adoptar un perro, hoy en día hay muchas opciones. Una de ellas es WUF, una asociación sin fines de lucro dedicada a la promoción de la adopción, el trabajo de concientización sobre la realidad de los perros en estado de abandono y la ejecución de proyectos que contribuyan a la construcción de un mundo mejor para todos los perros.
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