Ricardo Hormaeche junto al voluntario Leonardo Berdejo y sus mascotas Bruce y Doncella, dos perros que rescató de la calle y adoptó.
Ricardo Hormaeche junto al voluntario Leonardo Berdejo y sus mascotas Bruce y Doncella, dos perros que rescató de la calle y adoptó.
Andrea Carrión

Una idea que fue lanzada como un plan piloto en marzo de este año con el apoyo de un puñado de voluntarios, hoy se ha convertido en un programa oficial que está teniendo mayor convocatoria y beneficiando más a las personas de la tercera edad que se animan a recibir la visita de un perro que les eleve el espíritu.

El programa Can Solidario de la Municipalidad de Miraflores ya cuenta con 15 voluntarios que, dos veces al mes, visitan con sus perros a 10 adultos mayores residentes del distrito.

Dos de estas personas beneficiarias son Ricardo Hormaeche Noriega y su esposa Delia Josefa Navea de Hormaeche. Con 93 y 90 años de edad, respectivamente, ambos cuentan los días para que lleguen Bruce y Doncella, los perros que hace un tiempo Leonardo Berdejo rescató de la enfermedad y el abandono, y que terminó adoptando.

Él y sus perros ya llevan más de dos meses visitando cada dos semanas a esta pareja y participando como uno de los voluntario más activos de Can Solidario.

Dos veces al mes Berdejo visita a Don Ricardo y Doña Delia en su departamento cerca al malecón de Miraflores.
Dos veces al mes Berdejo visita a Don Ricardo y Doña Delia en su departamento cerca al malecón de Miraflores.

Además de las limitaciones propias de su edad, Don Ricardo tiene una ceguera parcial. Afortunadamente aún tiene algo de visión y puede disfrutar cuando Bruce y Doncella juegan entre ellos o cuando se le acercan para abrazarlo o darle la patita. Lo disfruta pues siempre ha apreciado a los perros, tuvo 2 cuando vivió en Barranco.

“Es el amigo más fiel que tenemos, él único. Sean grandes o chicos, los perros acompañan, entretienen y encima es saludable tenerlos cerca porque tienes que llevarlos al parque y uno también se pasea”, comenta Don Ricardo. “Por la edad que tenemos, ya salimos poco, por eso que ellos vengan a nuestro departamento es una gran alegría. Se les extraña cuando no vienen. Pero así es la vida, hay que levantarse en las mañanas, agradecer a Dios que hoy nos vaya bien y pedir por la familia”.

Con Berdejo todo empezó un día de febrero que llegó a una de las campañas de salud para mascotas que organiza la municipalidad una vez al mes. Escuchó que solicitaban voluntarios para un nuevo programa dirigido a personas de la tercera edad con alguna discapacidad, depresión y/o movilidad reducida, y la curiosidad lo jaló.

“Yo me retroalimento cada vez que vengo. Con Don Ricardo conversamos de ‘n’ temas, el perro es solo el nexo. De pronto en el diálogo salen temas compatibles pese a la diferencia en las generaciones; yo tengo 39 años y él 93. Por ejemplo él me cuenta de sus viajes a la selva y yo soy un fanático de la selva, entonces ahí coincidimos”, cuenta Berdejo, quien se asegura de no coincidir con otras visitas para evitar duplicar la distracción de los Hormaeche.

Berdejo se ha encargado de darle adiestramiento básica a Bruce y Doncella para que sepan comportarse durante las visitas del programa. Ambos son muy tiernos y dóciles, se toman muy en serio su labor.
Berdejo se ha encargado de darle adiestramiento básica a Bruce y Doncella para que sepan comportarse durante las visitas del programa. Ambos son muy tiernos y dóciles, se toman muy en serio su labor.

Según Mariella Zubieta, coordinadora del programa can Solidario, se trata de aprovechar los valores terapéuticos que los perros puedan aportar a la recuperación emocional de los adultos mayores.

“Vale recalcar que no son perros de asistencia, son mascotas de los mismos voluntarios, perros que dan compañía y que cumplen con ciertos requisitos para poder ser parte del programa”, señala Zubieta.

Parte de esos requisitos es que tengan sus vacunas al día, que estén sanos, desparasitados, limpios de pulgas y garrapatas, y que sean emocionalmente estables y dóciles. La veterinaria de la municipalidad, Diana Ramos se encarga de hacer la evaluación respectiva antes de aprobar una solicitud.

Don Ricardo y Doña Delia tienen 4 hijos, 18 nietos, además de biznietos y tataranietos. Sin embargo, pasan mucho tiempo solos y sin mayor actividad. Ahí es donde Can Solidario hace su magia.

“Le agradezco al alcalde lo que está haciendo con este programa porque mi señora y yo paramos solos y los perros nos entretienen. Les hacemos cariño y pasamos una o dos horas muy agradables, lo que el voluntario determine, y eso nos levanta el espíritu”, concluye Don Ricardo.


* Para mayores informes, o quienes estén interesados en convertirse en voluntario junto a sus mascotas, pueden comunicarse a OMAPED al teléfono 617-7126 o al correo omaped@miraflores.gob.pe.

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