Lamentablemente, como a miles de adultos mayores en el Perú, Hernán Gamboa se contagió de coronavirus, una enfermedad que lo obligó a aislarse de su familia el pasado mes de enero.
Durante el encierro, como él confiesa, su único acompañante fue Ñoño, un perro de 8 años. “Durante mi aislamiento, él me miraba y cuidaba. Su apoyo me inspiró a hacer algo especial por los animales”, confiesa.
Tras recuperarse, elaboró un comedero de madera para el gato de su nieta, Natalie Blancas. “El trabajo salió muy bonito y ella quedó encantada”, señala.
Ese encargo fue solo el inicio de un proyecto en el que hoy trabajan abuelo y nieta. Mientras Gamboa se dedica a la parte operativa, Blancas es la encargada de las redes sociales. “Ella es mi brazo derecho”, añade, sin ocultar el orgullo que siente.
Una conexión especial
“El Taller del Abuelo” no sería el éxito que es hoy sin el amor que su creador siente por los animales, amor que data de su infancia. “Cuando tenía 6 años, mi papá me trajo a Lima de Mollendo y tuve que dejar a mi perrito porque no podía ir en el barco. Vine todo el trayecto llorando”, confiesa.
Pero, hay una anécdota que lo marcó aún más. Durante el terremoto de Ica, en 2008, viajó al sur del país junto al Club de Leones para ayudar a los más afectados por la catástrofe.
En la Plaza de Armas, no solo se encontró con personas entre los escombros, sino también con más de 30 perros esperando ayuda. “Estaban desnutridos y no tenían nada. Regresé varias veces con baldes de comida sancochada”, expresa.
Al ser hipertenso y tener neuropatía, el emprendedor sostiene que no habría podido hacerle frente a la pandemia sino fuera por sus mascotas.
“Ver a mis mascotas me da esperanza para seguir viviendo. Son un impulso positivo y alivian el estrés de esta pandemia. Creo que no soy el único que siente eso porque si las personas se toman el tiempo de escribirnos es porque realmente aman a sus animales”, resalta.
Si quieres comprar un producto de El Taller del Abuelo, puedes escribir al: 948948478. ¿Amas a los animales? Ingresa a www.wuf.pe y dale una oportunidad de vida a un amigo de cuatro patas. ¡Hay un Wuf esperando por ti!