Desde el año de su fundación, El Comercio registró para la historia las tradicionales conmemoraciones del día de la santa peruana. En su edición del 31 de agosto de 1839, en las páginas 3 y 4, el decano informa sobre los actos religiosos acontecidos en Lima por Santa Rosa de Lima.
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“El señor canónigo Arce pronunció el panegírico de la Santa y después de la misa se hizo la procesión por la plaza; una gran concurrencia de personas de todas clases y condiciones, la formación de las tropas que se hallan en esta ciudad, y lo agradable de sus músicas hicieron una función lucida”, indica la nota.
Lima tenía alrededor de 55 mil habitantes, según el censo de 1836, por lo que era imposible que este este tipo de eventos pasara desapercibido para los residentes de la capital y, sobre todo, para los fieles católicos.
Imperaba la presencia de la iglesia católica, como legado de la conquista, tanto así que en la capital existían 825 personas consagradas al culto religioso y los conventos y monasterios ocupaban una cuarta parte del área urbana de Lima.
En su nota de ese día el decano agrega: “El deseo de tributar por nuestra parte el homenaje que nos merece la Santa Americana cuyo culto se halla más extendido nos decide hoy a dar algunos datos biográficos que hemos recogido de varias obras que corren impresas con su vida”.
En forma de aviso, hallamos publicado el 30 de agosto de 1870 el siguiente anuncio: “Jubileo en Santa Rosa nueva, a las 8 misa del jubileo, a las 11 fiesta de la santa, orador el R. P. (Reverendo padre) Gil”.
Luego dice: “Fiesta de Santa Rosa en la Catedral, orador el señor Valeri, con asistencia del Gobierno y corporaciones, y en el santuario, orador el R. P. Mendoza, por la noche distribución y trisagio (himno en honor de la Santísima Trinidad)”.
“Después de las 2 de la tarde de hoy fue sacada en procesión del templo de Santo Domingo, la efigie de Santa Rosa de Lima, acompañada por numerosas asociaciones de señoras con sus respectivos estandartes y la comunidad dominica”, informa El Comercio el 29 de agosto de 1910.
Después del anda de la santa limeña iban sus reliquias, cerrando el desfile la banda de músicos del regimiento gendarmes y una compañía del mismo.
La procesión recorrió las calles del Correo, la Plaza de Armas, Arzobispo y Santa Apolonia (actual jirón Lampa), ingresando a la Catedral por una de las puertas que dan a esa calle. Allí fue recibida por el cabildo metropolitano.
Al cumplirse el tricentenario del fallecimiento de Isabel Flores de Oliva, el 24 de agosto de 1917, El Comercio publicó una edición especial con varias fotos en su portada, todas relacionadas a la santa limeña.
“En toda la América Católica es hoy un día se fiesta solemne. Cúmplense trescientos años de la muerte de Santa Rosa de Lima, y ese alto exponente de la virtud, de la piedad, del espíritu evangélico de aquellos tiempos despierta a través de los siglos el homenaje de las nuevas generaciones”, expresa la nota.
En esta primera plana se aprecian tres retratos de la santa. Uno de ellos conservado en el monasterio de Santa Rosa, el segundo en el de Santa Catalina y el último en la iglesia del Santuario.
En un acto de extrema solemnidad, realizado en la Iglesia de Santo Domingo, la santa peruana recibió el Gran Collar de la Orden al Mérito Policial. La ceremonia contó con la presencia de las más altas autoridades del Gobierno y de las fuerzas policiales.
El director de la Guardia Civil y Policía, general Arturo Zapata Vélez, condecoró la imagen de la santa peruana, que se encontraba en un lugar preferencial, en medio de las banderas de los países de América, mientras se ejecutaban los acordes del himno nacional del Perú.
“Una selecta orquesta acompañó la misa, cantando el padre Juan Angulo de la orden mercedaria”, informó El Comercio el 29 de agosto de 1950.
Con motivo de cumplirse cuatro siglos de su nacimiento, El Comercio publicó en su portada una nota sobre un original y único lienzo con el retrato de Santa Rosa de Lima.
Su particularidad residía en que fue mandado pintar por su madre a un artista amigo, a las tres horas de la muerte de Isabel Flores de Oliva. “Este se conserva celosamente guardado en el Monasterio de Santa Catalina”, señala la información.
En dicho recinto, las religiosas enclaustradas viven en unión profunda y espiritual con la santa limeña, y protegen otras reliquias que Santa Rosa usó en vida y que guardan un trascendental significado histórico.
Los periodistas de El Comercio persistieron y lograron acceder al monasterio, donde pudieron observar el valioso retrato de 80 centímetros de alto por 60 de ancho, que se encuentra protegido por un cristal y encuadrado en un marco de plata, según nota publicada el 21 de abril de 1986.
Estos son solo algunos extractos de la profusa información que El Comercio conserva en sus archivos periodísticos y fotográficos, y que por esta fecha hemos querido rescatar y compartir con nuestros lectores.
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