Leopoldo Chiappo, el psicólogo peruano que analizó la personalidad de César Vallejo

Un día como hoy Chiappo Galli hubiera cumplido 97 años. Al recordar su nacimiento, buceamos en su vasta biografía y rescatamos de nuestro archivo algunos datos sobre su notable trayectoria, en especial una de sus exposiciones más lúcidas, dedicada al perfil psicológico del vate trujillano César Vallejo.

De ascendencia italiana por parte de padre, Chiappo se graduó como filósofo en San Marcos, donde empezó a enseñar en 1952. Junto a Honorio Delgado fundó la Universidad Cayetano Heredia, donde fue catedrático de Piscología y vicerrector.

Allí instituyó la cátedra “Dante Alighieri”, de quien fue un apasionado estudioso, publicando en 1983 “Dante y la psicología del infierno”. Hizo cursos de posgrado en Estados Unidos y fue psicólogo consultor en el Hospital Obrero de Lima, donde fundó el Centro de Rehabilitación de Afásicos.

Participó en la formulación de la Ley Orgánica de la Universidad Peruana y formó parte de la Comisión de Reforma de la Educación a principios de los setenta. También publicó “La liberación de la educación en el proceso revolucionario peruano” (1973) y “Presencia espiritual de Honorio Delgado, maestro de vida superior” (1994).

César Vallejo observado desde la piscología

En abril de 1992, en una disertación en San Isidro, Chiappo habló sobre la personalidad del vate. Utilizó las tipologías caracterológicas y las relaciones amistosas para elaborar sus conclusiones. Vallejo era una persona asequible, según testimonio de Juan Espejo Asturrizaga, amigo del poeta.

“Era una persona sumamente cálida, sociable, amante de la vida y sus placeres. El hecho de que fuera espontáneo y casi campechano no significaba la ausencia de una profunda reflexión”, reveló Chiappo. “Fueron muy contados los amigos con quienes llegaría a ese íntimo rinconcito de la confidencia”, agregó.

Cerebrotónico, introvertido y longitipo: esas fueron las características de la personalidad de Vallejo, explicadas objetivamente por Chiappo en aquella oportunidad. Señaló que así lo definían las categorías de Sheldon y Jung. Manifestó que “muchos médicos definieron a Vallejo como un deprimido, como si hubiese sido víctima de la trampa bioquímica del cuerpo que enferma de esta bioneurosis”.

Pero “nada tiene que ver la pena con el desdoblamiento de la personalidad esquizoide, cuyas vivencias interiores se disfrazan dentro de una caparazón helada y distante, con ruptura de cordialidad y comunicación humana cálida. Vallejo no era un esquizoide sino todo lo contrario. Amiguero, le gustaba la fiesta, el trago, siendo siempre un hombre cordial”, sostuvo el reconocido psicólogo peruano.

“Si se quisiera emplear una aproximación caracterológica podríamos ubicarlo, utilizando la tipología de Sheldon, como un cerebrotónico. Reflexivo, cavilador, orientado al pensamiento abstracto y universal, sensitivo, nervioso”.

“En la tipología de Jung correspondería ubicar a Vallejo en los introvertidos. Aquí quisiera aclarar: No hay que entender al introvertido como persona lacónica, poco comunicativa e insociable. Vallejo era conversador y asiduo asistente a reuniones”, sostuvo Chiappo.

“Era introvertido porque en la tipología de Jung, popularmente mal entendida, introvertido es la persona que intercala entre ella y el mundo sus afectos, es decir, posee una óptica del mundo que se ve tamizada por pensamientos, imágenes y emociones. Los artistas entonces pueden ser sociables e introvertidos”, finalizó.

Fecha clave

El 5 de marzo de 1999, es inaugurada la Facultad de Psicología de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. “Un psicólogo capaz de penetrar en los problemas de la existencia y ayudar a quienes acuden a la consulta es el objetivo de esta Facultad”, dijo Chiappo durante la ceremonia central. El profesor emérito comentó también que este era un nuevo impulso de la carrera que existió 23 años como una escuela de la Facultad de Ciencias.

“Ahora es administrativamente independiente”, explicó. “La mayoría de los problemas humanos son de desarmonía consigo mismo y con los demás. De allí la importancia de la espiritualidad, tan desatendida por la psicología al uso”, advirtió. Por ello es importante “ofrecer una formación científica sólida pero con una rica experiencia humanista que permita lograr la sensibilidad inteligente”, finalizó.

En 2005 esta Facultad empezó a llamarse “Facultad de Psicología Leopoldo Chiappo Galli” por decisión del Consejo Universitario, en homenaje a este gran pensador e intelectual.

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