Rescatados por soldados de Saddam Hussein: la historia de los marinos peruanos atrapados en la 1.ª Guerra del Golfo Pérsico
En una operación de alto riesgo, 50 marinos peruanos fueron evacuados del BAP Mollendo, que quedó bloqueado en medio del río Chatt El Arab, en la frontera entre Irán e Irak.
El 20 de octubre de 1980, en una misión de rescate de tres horas ejecutada en plena oscuridad por “hombres rana” iraquíes, los tripulantes de la nave peruana fueron desembarcados en medio de intensos disparos de mortero y de armas automáticas entre las riberas de Irak e Irán.
Todos los evacuados resultaron ilesos y fueron trasladados por carretera hasta la ciudad de Basora, donde fueron alojados por las autoridades locales. Un grupo de 24 marinos permaneció a bordo del Mollendo para asegurar alguna futura maniobra y su necesario mantenimiento.
Otros buques inmovilizados en ese sector, que se encontraban fuera de tiro, pudieron ser remolcados por la Marina de Saddam Hussein hasta el puerto de Basora. Pero quedó cierto número de barcos incendiados o hundidos en las proximidades del puerto iraní de Jorramchar.
En Lima, el ministro de Marina, vicealmirante Mario Castro de Mendoza, confirmó que el BAP Mollendo, de 18 mil toneladas, había quedado atrapado en el Golfo Pérsico en pleno conflicto, con 74 tripulantes a bordo.
La embarcación peruana habitualmente retiraba petróleo de esa zona y lo entregaba en Europa para abastecer a otras naves del Perú que navegan por dicho continente.
El Mollendo fue uno de los 63 barcos que resultaron “encerrados” en esa circunscripción tras estallar la guerra entre Irán e Irak el 22 de setiembre de 1980. El buque peruano estaba en el río Chatt El Arab esperando ser cargado con combustible cuando empezaron las hostilidades.
Chatt el Arab, que divide a ambos países, es una vital vía navegable que desemboca en el Golfo Pérsico, pero sobre el cual Irak había empezado a reclamar el control exclusivo. Por su parte, la ciudad portuaria de Jorramchar, bajo jurisdicción iraní, se convirtió en escenario de una intensa lucha desde que principió la actividad bélica.
El Mollendo queda atrapado
El incidente se inició en momentos en que el BAP Mollendo se encontraba ayudando al buque carguero británico Altanin. La nave inglesa tenía demasiada carga de aceite de soya, lo que le impedía entrar en el puerto de Jorramchar. Los peruanos se ofrecieron a recibir parte de esa carga en el Mollendo.
Alertado desde Lima, el capitán Carlos Sáez, agregado naval del Perú en La Haya, tomó un avión hasta Kuwait y viajó a Basora en taxi. Allí se contactó con un mayor iraquí que le asignó una pequeña fuerza militar con la que tuvo un día y medio de preparación antes de empezar la operación de rescate.
Por la tarde llegó hasta el lugar en donde se encontraba el barco. “Era peligroso porque disparaban desde ambos lados. Hablé a viva voz con la gente del barco, que estaba a solo 200 metros, y les ordené que estuvieran preparados para las 7 de la noche”, contó Sáez.
Operación rescate
El hablar en español impidió que los iraníes que estaban cerca se enteraran de los planes del grupo militar de rescate. La operación se realizó guardando un silencio absoluto, sin señales ni luces. Los iraquíes empezaron a llevar en una balsa a los peruanos hacia la costa. Hasta el quinto viaje todo iba bien.
En el sexto viaje se desencadenó el fuego antiaéreo de los iraníes sobre el río. Luego empezaron los disparos de artillería, a los que se sumaron las descargas de ametralladoras livianas y pesadas. “Entonces los iraquíes respondieron el ataque, incluyendo nuestros hombres rana”, contó el capitán Sáez.
El retorno
El 30 de noviembre de 1980, felices de haber escapado de los horrores de la guerra, llegaron a Lima los cincuenta marinos peruanos rescatados en el Golfo Pérsico, quienes fueron observados con algarabía por sus familiares, los que se habían amanecido en el aeropuerto para recibirlos.
Por disposición castrense, sin embargo, los familiares y amigos no pudieron tener contacto con los marinos, pues estos fueron trasladados al Callao, desde donde recién pudieron dirigirse a sus hogares para abrazarse con sus seres queridos.
El teniente Jorge Cussianovich, comandante del BAP Mollendo, se abrazó emocionado con su padre el Contralor de la República Miguel Angel Cussianovich, quien además felicitó a toda la tripulación por su valiente comportamiento.
Los tripulantes pudieron compartir con la prensa algo sobre sus vivencias. “La guerra fue brava. Nunca pensamos ver aviones tan rápidos y cohetes que solo eran luces”, comentó uno de los marinos peruanos. Otros estimaron que unos 100 barcos más aún permanecían bloqueados en el lugar del conflicto y que el Mollendo tardaría unas tres semanas en salir de allí.
En representación de la Armada Peruana, el capitán de fragata Walter Ciriani les ofreció la bienvenida, tras un viaje agotador y después de protagonizar una tensa y arriesgada odisea, que jamás pensaron vivir.
Tienda Virtual: Les recordamos que tenemos ilustraciones, fotos y páginas históricas de El Comercio que podrán solicitar fácilmente a través de un simple formulario ubicado en nuestra Tienda Virtual, en la siguiente dirección: https://www.tiendaelcomercio.com/.
Nuestro Archivo Histórico presenta su tienda virtual