Fue obsequiada al ‘Brujo de las Andes’ en 1889, cuando ejercía la presidencia de la República. Recobró protagonismo el 8 de abril de 1981, cuando la preciada espada del mariscal Andrés Avelino Cáceres fue entregada por el presidente del Senado Oscar Trelles Montes al general Humberto Rojas Collado, quien la recibió a nombre del Ejército.
La espada fue elaborada en Europa y está diseñada sobre un poderoso acero recubierto con un esmalte dorado. La gema fue un regalo de cumpleaños del señor Eduardo Eyre al entonces presidente Cáceres, quien la recibió en la parte final de su mandato.
Haciendo un poco de historia, encontramos que El Comercio en su edición del 11 de noviembre de 1889 dio cuenta de los obsequios recibidos por el ilustre militar, con motivo de su onomástico.
El 10 de noviembre de aquel año, al cumplir 53 años, Andrés Avelino Cáceres se encontraba en el tramo final de su mandato como presidente (1886-1890). Para las celebraciones, que empezaron la noche del día anterior, la Plaza de Armas mostraba una atractiva ornamentación y una iluminación especial.
Mesitas con productos comestibles y juguetes habían sido colocadas en el cuadrilátero de la plaza, las cuales eran visitadas por la gente, que también paseaba por el octógono central y por los hermosos portales.
La verja que rodeaba la pileta central había sido iluminada con numerosos globos de gas y sobre la puerta de Palacio de Gobierno se había colocado una gran estrella.
El club de la Unión, el Suizo y el Español también ostentaban una iluminación extraordinaria, cuenta El Comercio. A las 9 de la noche empezó la quema de fuegos artificiales, sonoros y coloridos, seguida del repique de campanas de las iglesias.
El presidente Cáceres y su familia presenciaron el espectáculo pirotécnico desde uno de los balcones de la Casa de Gobierno y las bandas de música del Ejército tocaron escogidas piezas musicales para amenizar la celebración.
El día 10 de noviembre en la mañana el primer mandatario llegó hasta la Iglesia de San Francisco, que se encontraba llena de autoridades y público en general, entre ellos muchos niños.
El oficio estuvo dirigido por el arzobispo de Lima, mientras que la música estuvo a cargo del maestro Claudio Rebagliati.
Al terminar la misa, cerca de las 12:30, el ‘Héroe de la Breña’ salió del templo y fue abordado por algunas personas que lo saludaron. En la tarde recibió numerosas visitas de “lo más notable de la sociedad de Lima”, señaló el decano.
En Palacio de Gobierno se preparó un banquete para cien personas, entre las que estuvo el vicepresidente Remigio Morales Bermúdez, los presidentes de las dos Cámaras y otras altas autoridades del país.
Cuando la cena llegaba a su fin, el primer ministro Pedro del Solar felicitó al presidente por su cumpleaños y ensalzó su trayectoria como soldado y político.
En su edición del lunes 11 de noviembre de 1889, El Comercio enumera los principales obsequios recibidos por Andrés Avelino Cáceres. Entre ellos destaca la espada entregada por el señor Eduardo Eyre.
Se trataba de espada de finísima hoja de acero esmaltada en oro, cuya empuñadura es del mismo metal precioso adornado de brillantes. El arma fue trabajada en París, tomando de modelo la que se le obsequió al general norteamericano Ulysses Grant. Fue uno de los obsequios de mayor valía entregado al gran héroe nacional.
Los tiros de la espada son bordados en oro y se hallan junto a ella en una caja de madera forrada de terciopelo y seda. La espada se encontraba valorizada en 1.500 libras esterlinas del momento.
Andrés Avelino Cáceres, el Héroe de la Breña, nació en Ayacucho en 1836. Combatió en La Palma bajo las órdenes de Ramón Castilla y pulió sus habilidades de combatiente en distintos campos de batalla.
Luego viajó a Francia a curar sus heridas de guerra y de regreso, al oponerse al gobierno de Juan Antonio Pezet, fue desterrado a Chile. Sin embargo, se desembarcó en Mollendo y se unió a Mariano Ignacio Prado en su alzamiento contra Pezet.
Combatió en Dos de Mayo y cuando Chile le declara la Guerra al Perú se desempeñaba como prefecto en el Cusco. Combatió en Tarapacá y en la Batalla de Tacna.
Aquí en Lima luchó en San Juan y Miraflores. Rendida la capital viajó a la sierra en donde asumió el comando de la resistencia. Fue bautizado como el ‘Brujo de los Andes’ por sus victorias.
Finalmente es derrotado en Huamachuco. Desocupado el territorio peruano por el invasor asume la presidencia el 3 de junio de 1886. Recibe un país en bancarrota y se ve obligado a negociar la enorme deuda con Inglaterra.
Dio una ley sobre instrucción pública y durante su régimen se firmó el contrato Grace. Terminó su mandato el 10 de agosto de 1890, pero asumió de nuevo la presidencia en 1894.
Sin embargo, ante la oposición de los partidos civil y demócrata y la guerra civil desatada ante Nicolás de Piérola, decide renunciar en 1895. Viaja a Argentina y luego vive en Tacna. Después reside en París. En 1919 recibe el grado de mariscal y pasa a la eternidad en 1923.
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