La asimilación de nutrientes en el intestino es un tema importante a tener en cuenta conforme pasan los años, ya que las funciones a nivel de las vellosidades intestinales y su capacidad de absorción pueden variar después de los 30 años en adelante. Muchos de los nutrientes que deberían ingresar al torrente sanguíneo no lo hacen, siguiendo el camino hacia el colon y luego al recto para ser eliminados.
Otro ejemplo en donde se pierden capacidades ocurre durante la filtración glomerular en los riñones. Una persona de 25 años, por ejemplo, que consume AINEs para calmar el dolor por alguna situación necesaria, va a metabolizarlos de manera distinta a una persona de 55 o 60 años, en donde la función renal o sus capacidades de trabajo son menores (casi 30% de funcionalidad) debido al proceso de envejecimiento del mismo. Situaciones similares se presentan en muchos otros órganos del cuerpo después de cierta edad (visión, ovarios, testículos, piel, etc.).
Es así que, cuando queremos lograr que una persona asimile nutrientes, debemos utilizar o pensar en la regla universal de espacio y tiempo. Es distinto plantear un plan alimenticio a un hombre o una mujer de 25 años en comparación con uno de 55 años, según la década de la vida en la que se encuentren. También es vital hacerle entender a las personas después de los 40 años que en la ganancia de masa muscular interviene un factor variable: la cantidad de hormonas que tengamos en la sangre circulando, es decir, estrógenos/progesterona, testosterona y hormona de crecimiento. Estas hormonas nos ayudarán a plantear una estrategia para lograr ganar masa muscular en esa década de la vida.
La cantidad de proteínas en la dieta del día a día debe ser acorde al nivel de actividad física que se realice, es decir, empezar con 1-1.2 gramos de proteína por kilo de peso al día debe ser lo mínimo, para poder ir incrementando la ingesta según la evolución durante las semanas. Así mismo, si la persona hormonalmente es joven (antes de los 30 años) se puede llegar a valores más altos de hasta 2-2.5 gramos por kilo al día.
Los ejercicios en donde la ruptura e inflamación de las fibras musculares están involucradas son necesarios (uso de pesas o máquinas), así como el descanso absoluto obligatorio algunos días de la semana durante el plan. Si agregamos ejercicios aeróbicos puros, vamos a involuntariamente frustrar la ganancia de masa magra muscular.
Debemos tener claro qué meses del año vamos a dedicarnos a construir masa muscular para poder proteger nuestras articulaciones, potenciar nuestro metabolismo, llenar áreas del cuerpo donde la piel se encuentra con mayor flacidez, ganar fuerza, mejorar el peso corporal total, tensar la piel, ganar funcionalidad e incrementar la cantidad de serotonina en la sangre, mejorando así nuestro estado de ánimo. Es necesario el consumo de carbohidratos complejos para ayudar a tener energía para el anabolismo muscular.
La verdad es que es todo un reto para el ser humano poder ganar algunos kilos de masa muscular y mantenerlo, ya que todo depende del mantenimiento que llevemos durante el año. Así, si logran ganar 2 a 3 kilos de músculo, pero luego reducen la ingesta calórica y proteica, así como el entrenamiento, se perderán las ganancias. Esto genera molestias por obvias razones, pero es la ley del cuerpo humano. A diferencia de un auto, por ejemplo, que si necesita llantas nuevas, las compramos y listo, el cuerpo humano es una máquina divina con capacidades físicas y mentales particulares.