El ácido ascórbico o mejor conocida como la vitamina C es hidrosoluble y fundamental para el crecimiento y desarrollo normales. Entre sus funciones están la de formar proteína para generar piel, tendones, ligamentos y vasos sanguíneos; cerrar heridas y formar tejido cicatricial, reparar y mantener el cartílago, los huesos y los dientes.
Según la Fundación Española del Corazón (FEC), ejerce como un gran antioxidante para mantener el estado reducido de los iones, hierro y cobre. Estas propiedades son muy buenos por su acción contra el fotoenvejecimiento, protege las células ante el daño oxidativo y corrige las arrugas, las manchas, la falta de luminosidad y el tono irregular. También, cuida las mucosas y reduce la susceptibilidad a sufrir infecciones.
VITAMINA C: ¿CUÁL ES LA CANTIDAD QUE SE RECOMIENDA CONSUMIR?
La edad de la persona determinará cuánto debes consumir de vitamina C. Por ello, los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) indican las siguientes cantidades promedio diarias, expresadas en miligramos (mg):
- Bebés hasta los 6 meses de edad: cantidad recomendada 40 mg
- Bebés de 7 a 12 meses: cantidad recomendada 50 mg
- Niños de 1 a 3 años: cantidad recomendada 15 mg
- Niños de 4 a 8 años: cantidad recomendada 25 mg
- Niños de 9 a 13 años: cantidad recomendada 45 mg
- Adolescentes de 14 a 18 años: cantidad recomendada 70 mg
- Adultos (mujeres): cantidad recomendada 75 mg
- Adultos (hombres): cantidad recomendada 90 mg
- Embarazadas: cantidad recomendada 85 mg
- En periodo de lactancia: cantidad recomendada 120 mg
¿QUIÉNES SON LAS PERSONAS QUE ESTÁN MÁS PROPENSAS A TENER DIFICULTADES EN OBTENER VITAMINA C?
Cabe resaltar que algunos grupos de personas son más propensos que otros a tener inconvenientes para contar con vitamina C. Estos son, de acuerdo con los NIH (Instituto Nacional de Salud):
- Los fumadores y las personas expuestas al humo del cigarrillo, ya que el humo aumenta la cantidad de vitamina C que el cuerpo necesita para reparar el daño causado por los radicales libres. De esta forma, los fumadores necesitan 35 mg más de vitamina C por día que quienes no fuman.
- Los bebés alimentados con leche de vaca, evaporada o hervida. Este tipo de leche contiene una cantidad muy escasa de vitamina C y el calor puede destruir esta vitamina.
- Las personas que consumen una variedad muy limitada de alimentos.
- Las personas con ciertos trastornos de salud, como hipoabsorción (absorción insuficiente) grave, ciertos tipos de cáncer, y enfermedad renal que requiere hemodiálisis.