El trabajo nocturno es una necesidad inevitable en muchos ámbitos y requiere una consideración especial desde la gestión de las actividades, pero también desde la gestión del bienestar. Teniendo en cuenta tal contexto, es importante saber cómo gestionar este tipo de labores desde la salud física y mental, así como también desde la gestión laboral.
Esta nota no tiene como intención criticar la actividad laboral en este horario —que en buena parte de los casos cubre necesidades impostergables—, sino brindar herramientas para una mejor realización de estas actividades, así como facilitar a quien quiera ingresar a este régimen la toma de una decisión.
¿Por qué es importante el sueño y cómo incide en el trabajo nocturno?
Para Ybeth Isla, neuróloga del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (INCN), la definición del sueño como descanso puede llevar a muchos a perder de vista la función esencial que cumple a nivel fisiológico.
“Más que más que un requerimiento básico, el sueño ha sido considerado como algo más relacionado al placer, pero en realidad es una necesidad fisiológica importantísima”, explica la especialista, que equipara el descanso a “la necesidad de respirar para poder vivir”.
Isla explica que el rango de descanso al dormir varía en función de la edad de las personas, siendo los recién nacidos y bebés quienes más descanso requieren al situarse en un rango de entre 12 y 18 horas de sueño. Una situación distinta es la de los adultos mayores que pueden llegar a tener periodos de sueño bastante cortos debido al envejecimiento de su sistema nervioso, aunque puede haber variabilidad dependiendo de la presencia de alguna condición médica particular en el anciano.
En el caso de un adulto en edad laboral, las horas de sueño se sitúan entre las seis y ocho horas, las cuales no solo tienen incidencia en la agilidad mental sino también en el rendimiento físico de cara a la jornada laboral posterior al reposo. Un buen descanso es clave para cualquier trabajador en general, pero sobre es particularmente relevante para el que está en proceso de aprender dentro de su empleo, ya sea por un cambio de funciones dentro del centro de labores o por ser un recién llegado que se está instruyendo en las operaciones propias de su nuevo trabajo.
“A lo largo de un día de intensa actividad lo que hace el sueño es relajar los músculos. Entonces si no tenemos este periodo de relajación muscular, al día siguiente vamos a estar mucho más tensos, no vamos a retener suficiente conocimiento y no vamos a poder retener óptimamente la información si estamos aprendiendo algo”, explica la neuróloga.
“Las personas que trabajan tienen que estar con la atención y concentración al máximo; es importante entender que el sueño tiene como función ser un reparador de la memoria y del aprendizaje”, añade Isla.
Escenarios no recomendables para trabajar de noche
En cuanto a situaciones de riesgo directamente relacionadas a jornadas de trabajo en vela, hay condiciones médicas que sí suponen un peligro para los pacientes en entornos de vigilia.
“Los pacientes con epilepsia, por ejemplo, pueden seguir su tratamiento de forma muy ordenada y disciplinada, pero (…) lamentablemente el mismo hecho de no poder dormir puede hacer que convulsionen porque sus cerebros van a estar sobreactivados y esto puede causar daños graves tanto a ellos como a otras personas”, argumenta la neuróloga.
Según señala la experta, otros casos problemáticos para el horario nocturno son los de quienes padecen narcolepsia —caracterizada por un alto grado de somnolencia en horario diurno— y aquellos que han sufrido traumatismos encefalocraneanos con sangrado, al existir la posibilidad de tener un episodio de crisis durante las labores nocturnas.
“Por ejemplo, un taxista que sufra de narcolepsia, también va a poner en riesgo a los pasajeros. También pasa lo mismo con personas que trabajan manejando maquinaria pesada: su labor se convierte en algo muy peligroso si sufren de trastornos del sueño”, indica la médica del INCN.
La doctora Isla insiste en que no hay manera de hacer completamente equiparable el trabajo de noche al diurno, pero que, según el tipo de roles asignados, hay algunos recursos que pueden contribuir a un mejor desempeño y menor desgaste.
“De ser posible, tomar algunas siestas podría ser de ayuda. Claro que la siesta no debería ser de más de 30 minutos”, menciona Isla, a la vez que añade que pese a ello la somnolencia sigue estando muy fuertemente condicionada por la melatonina que produce el cuerpo humano.
La luz y los estímulos para el cerebro
La melatonina es la hormona que regula el ciclo del sueño y la vigía. Un ambiente oscuro estimula la producción de melatonina en el organismo para indicar al cuerpo que es momento de dormir. “La melatonina en sí se bloquea con la luz”, indica la médica.
“Cuando hay luz la melatonina baja en su producción dentro del cerebro y conforme va llegando la noche, más o menos entre las 7 y 8 p. m., empezamos a producir melatonina. Entonces esta segregación (de la hormona) poco a poco va generando pulsos para que podamos llegar a dormir”, explica la profesional de la salud.
Ybeth Isla sostiene que trabajadores como los médicos en emergencia frecuentemente se encuentran rodeados de luces blancas y rojas, siendo este un entorno que los activa limitando la producción de melatonina. Esta situación es extrapolable a otras actividades en las que el personal está expuesto a estímulos luminosos que van desde las citadas luces blancas hasta las pantallas de televisión o celulares.
Ybeth Isla comenta que la observación ha permitido constatar que la presencia de luz puede afectar a los seres humanos desde edades tempranas. Los bebés expuestos a luces blancas o de pantallas durante horarios nocturnos van a tener mayores problemas para conciliar el sueño o mantenerlo de forma constante a lo largo de la noche. La recomendación es ir graduando la iluminación de los entornos en los que se encuentran los infantes, pasando por luces amarillas y cálidas antes de la oscuridad para acostumbrar a su organismo a un ciclo más natural al dormir.
Asimismo, aunque la neuróloga señala que no es ideal consumir cafeína de noche, menciona que esta sí puede ser de ayuda en cuanto contribuye a mantener un nivel de atención para los profesionales a cargo de situaciones complejas y de alta responsabilidad, siempre que el consumo no sea excesivo.
Pese a lo expuesto, Isla recalca que sigue siendo recomendable tomar turnos para descansar si las labores lo permiten.
¿Cómo debería funcionar la gestión del personal en los turnos de noche?
Luis Garro, gerente de outsourcing, logística y distribución de Adecco, apunta que la gestión del personal nocturno tiene particularidades y requiere mayor atención de situaciones muy específicas a diferencia de los horarios regulares.
“Yo creo que un punto muy importante para gestionar es el tema de la seguridad. Trabajamos bastante en cómo garantizar un trabajo seguro porque una problemática que se da mucho en este tipo de trabajo es el cansancio y la somnolencia”, explica Garro.
El ejecutivo de Adecco precisa que son comunes algunos malos hábitos de descanso de en algunos trabajadores por los que se trata de asesorarlos en el manejo de esta situación.
“Cuando una persona realiza este tipo de turno puede no tener las horas de descanso que se requiere. Entonces es muy importante desde el punto de vista de seguridad, garantizar controles y gestionar de manera adecuada los procesos y los recursos para garantizar un trabajo seguro para el personal”, explica. “Lo primero que nosotros hacemos es hablar con el personal, ver cómo es su rutina”, profundiza Garro.
Según el especialista de Adecco, el seguimiento de estas rutinas y hábitos se produce desde el proceso de selección del personal para tener un mejor marco con el cual guiar a los empleados que cubran turnos de noche.
“Se le pregunta (al futuro empleado) si ha trabajado o ha tenido un tipo de trabajo en la noche, cuál es su ritmo de vida. Hay personal que sí que tiene experiencia en esto y algunos hasta prefiere trabajar de noche, pero la mayoría realmente prefiere que sean turnos más rotativos. Entonces sobre estos detalles hacen las programaciones de los cambios de turno para que puedan trabajar dos semanas de noche y dos semanas de día para que el cuerpo se vaya acostumbrando a este a este ritmo”, comenta Luis Garro.
El especialista en gestión menciona que con el personal seleccionado la siguiente parte del proceso de inducción es la explicación detallada de las funciones, no solo desde el punto de vista de los aspectos críticos de seguridad, sino también desde el aspecto directamente operativo.
“Nosotros también informamos mucho sobre el trabajo, siempre con una charla de cinco minutos al inicio de cada turno para que el empleado entienda qué es lo que se espera en el día a día, reforzando siempre temas de seguridad y los objetivos del plan (de trabajo)”, menciona el ejecutivo.
Estas charlas incluyen una revisión del líder de operación sobre la condición en la que llega el personal a su cargo: si hay signos de cansancio y somnolencia o algún posible problema de salud. La intención es que haya retroalimentación y se pueda dar soporte adecuado al empleado.
Un eje central de la gestión del horario nocturno es también el trabajo colaborativo entre el personal para aligerar la carga y seguir manteniendo la seguridad.
“La carga laboral va a depender mucho del tipo de trabajo que empleado tenga, pero lo que buscamos es que los todos los trabajos que son muy rutinarios sean rotativos dentro del turno para que este cambio de labor no genere demasiado desgaste y para mantener también la mente del trabajador más despierta”, argumenta.
Garro comenta que las pausas activas son otra parte importante de la rutina y desde la gestión de personal buscan garantizarlas en marcos de tiempo determinados.
“Durante el turno de trabajo, todo el personal para cinco minutos para hacer estiramientos y esto es también para evitar el tema de sobrecarga muscular o los accidentes”, contó el profesional de Adecco. “Usualmente esto acaba también con gritos de guerra, que son buenas prácticas que implementamos y se hacen en grupos pequeños”, añade Garro, quien argumenta que con esto buscan energizar el cuerpo y motivar al personal.
A lo anterior se añade que el consumo del refrigerio también debe darse dentro del horario laboral y la idea general es cumplir siempre con los derechos que el marco legal vigente otorga al trabajador.
El trabajador que labora en horario nocturno deberá percibir, como mínimo, una remuneración mensual equivalente a la remuneración mínima vital (RMV) incrementada con una sobretasa del 35%, es decir 1,383.75 soles como remuneración mínima nocturna.
La gestión de la salud mental para el trabajador nocturno
La salud mental es un eje importante de la gestión laboral y las labores durante la noche requieren de particular atención por parte de los empleadores, pero también desde el punto de vista del mismo empleado.
Jessica Puente, psicóloga social considera que incluso en un entorno positivo trabajar de noche siempre tiene repercusión en la vida diaria y que este tipo de actividades deben ser adecuadamente gestionadas, pues los seres humanos son diurnos por naturaleza.
“El trabajo nocturno puede tener algún impacto quizás en nuestro ánimo y nuestra sensación de bienestar. Laborar frecuentemente en este tipo de horarios quizás puede tener algún impacto en la forma en la que nos relacionamos con los demás, en el desempeño de nuestras actividades normales”, manifestó la psicóloga.
El factor social
Puente comenta que, más allá de la posible afectación del ciclo de sueño y otras consecuencias fisiológicas, la vida social del individuo puede verse alterada si las labores nocturnas no se comparten con horarios más normales.
“Otro impacto que tiene (el empleado) más a nivel social es el soporte, digamos, la percepción que la persona tiene sobre su grupo de soporte cercano, porque no suelen haber coincidencias en los horarios”, dice la psicóloga. “Usualmente alguien que duerme a una hora distinta no va a coincidir con las actividades de sus familiares”, añade.
En un mal escenario, esta situación puede generar aislamiento en el individuo afectado, que deja de pasar tiempo de calidad con las personas que están a su alrededor.
“El nivel de comunicación se ve afectado, obviamente porque ya no conversan tanto, ya no tienen tantos puntos de contacto, ya no hay tanta conexión emocional”, puntualiza Puente. En su opinión, la rotación es indispensable para garantizar el bienestar del personal nocturno.
“(Las rotaciones) son de alta importancia e impostergables. Eso no significa que el trabajo en ese turno sea malo de por sí, sino que se trata más de una cuestión de cómo se gestiona entonces”, matiza la psicóloga.
Dentro de su análisis, Jessica Puente indica que a nivel organizacional se debe evaluar la pertinencia del trabajo y qué tan indispensables son las labores por realizar durante estos horarios, considerando si es posible prescindir de ellos. No obstante, oficios como el de los médicos o agentes de seguridad deben ser cubiertos obligatoriamente durante la noche por una necesidad justificada, por lo que en esos casos se debe orientar la gestión a mitigar el impacto del trabajo sobre estos trabajadores.
Más allá de que la concentración en el periodo laboral nocturno no necesariamente pueda verse afectada, sí pueden surgir situaciones como la irritabilidad y se puede favorecer la aparición de adicciones como el tabaquismo o el alcoholismo ante situaciones de frustración o insatisfacción. Sin embargo, es pertinente señalar que estos últimos son casos más extremos.
“Si se mantiene este horario, hay que implementar medidas. Desde que estoy recurriendo a este talento humano se debe buscar bienestar, salud y seguridad en el trabajo. Se trata de acciones que puedan contrarrestar consecuencias negativas”, enfatiza la especialista.
Puente comenta que, peese a que en el Perú paulatinamente se han ido mejorando las condiciones y beneficios laborales, hay avances en la gestión del bienestar organizacional que han ido apareciendo en sociedades más desarrolladas que podrían ser de gran utilidad en el contexto local, pero que todavía no se han introducido o solo se conocen parcialmente.
“Hay toda un área de la psicología que es la cronopsicología, este que estudia el tema de la relación entre los tiempos, la persona y adaptación al cambio”, cuenta la especialista. “No es algo que se estudie mucho o se tenga en cuenta (en el país)”, agrega.
Finalmente, la psicóloga social indica que el cuidado de los trabajadores debe ir de la mano con otras disciplinas como la medicina o la nutrición e insiste en que el trabajador no debe prescindir de los espacios de su vida dedicados a sus seres queridos y su autorrealización.