Al terminar una relación, muchos nos planteamos ser amigos de nuestra ex pareja. De hecho, es un fenómeno que vemos cada vez con más frecuencia y que está empezando a normalizarse. Sin embargo, que sea algo común no significa que sea bueno.
La psicóloga clínica y psicoterapeuta, Giulianna Romero, manifestó a Bienestar del Diario El Comercio que ser amigos de nuestras ex parejas es una situación que se sigue normalizando y hasta se llega a romantizar, pero en realidad puede ser dañino para nosotros mismos.
La especialista explicó que esta situación genera mucha dependencia emocional, pues se sigue teniendo el mismo vínculo con la misma persona, solo que con otro nombre. Esto hace que no soltemos del todo a la otra persona. Debemos tomar en cuenta que la base de la amistad es el respeto, por eso es imposible que se construya en base a quiebres, como una ruptura amorosa. La amistad es un vínculo sano. “Por ejemplo, si un amigo te hizo llorar o te trató mal, se podría considerar ese vínculo como una relación tóxica”, señaló la psicoterapeuta.
Pero, ¿en algún punto sería bueno tener una amistad con nuestra ex pareja? La psicoterapeuta expresó que este vínculo no sería bueno en ningún punto si se trató de una relación dolorosa, pues estarías teniendo una amistad con una persona que te ha hecho daño. Agregó que este vínculo de amistad que intentamos mantener es como un autoengaño y nos acerca a la dependencia emocional.
¿Qué hacer para evitar contacto con mi ex pareja?
- Recordar por qué terminó la relación. Esto ayuda a recordarnos a nosotros mismos lo que merecemos, lo que aceptamos y lo que no. Recordar la razón de la ruptura no es para incentivar el odio.
- Hacer una lista. A partir de tu última experiencia, haz una lista de lo que ya no aceptarías y no es negociable para ti en una próxima relación. Eso te ayudará a poner límites.
- Generar un aprendizaje. Todo lo que vivimos nos deja un aprendizaje. Por ejemplo, una ruptura podría ayudar a conocerte un poco más a ti mismo, así como a reconocer el tipo de relaciones que quieres a futuro.
Es mejor sentir el dolor del “no me quiso”, “me terminó”, “me ignoró” a tener una vida de sufrimiento diciendo que extrañas a esa persona, culminó la especialista.