Sabemos que el deporte tiene una serie de impactos positivos en la vida de una persona. Quizás el beneficio más considerado es la mejora de las funciones del cuerpo, pero hoy en día consideramos también sus bondades en la salud mental. Como explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), la actividad física reduce los síntomas de depresión y ansiedad, afecciones que aquejan cada vez más a la población mundial.
En este contexto de Eliminatorias sudamericanas hacia la Copa del Mundo 2026, el fútbol se convierte en más que el deporte más aclamado del mundo, pues puede ser una herramienta poderosa para la salud mental. “Desde la esperanza hasta la frustración, este deporte tiene la capacidad única de llevarnos por un carrusel emocional en cuestión de minutos”, afirma Mauro Cerón, coordinador de la carrera de Psicología de la Universidad Privada del Norte.
Recordando el reciente partido entre Perú y Brasil, que cerró con un marcador 0 - 1 a favor de la selección brasileña, Cerón reflexionó sobre cómo el gol de último minuto de Brasil impactó a los peruanos. “Aunque podría esperarse una ola de decepción o enojo, lo que emergió fue una sensación de “esperanza tenue”, una luz al final del camino. El fútbol tiene la capacidad de influir en la vida cotidiana, afectando todo, desde nuestra disposición hasta cómo interactuamos con los demás”, explica el experto.
¿El fútbol es entretenimiento o una necesidad humana?
Frente a críticos que ven el fútbol como una simple distracción o incluso una pérdida de tiempo, Cerón enfatiza su importancia para la salud mental. “El fútbol, y el deporte en general, tiene un valor incalculable. No solo ofrece un escape de las tensiones diarias, sino que también sirve como un punto de conexión, creando un sentimiento de pertenencia e identidad”, explica.
Alentar a tu equipo, sentir la pasión y conectarte con los demás a través de ese amor común es esencial para nuestra salud mental. A medida que disfrutamos del fútbol, no solo nos conectamos con el juego en sí, sino también con aquellos que comparten nuestro entusiasmo, solidificando una sensación de comunidad.
Mauro Cerón, coordinador de la carrera de Psicología de la Universidad Privada del Norte
Podríamos entender que el fútbol no es solo un juego; es un reflejo de nuestra psicología colectiva, una herramienta poderosa que, cuando se utiliza correctamente, puede promover el bienestar emocional y unir a las personas. Mientras Perú continúa su viaje futbolístico, es crucial abrazar el juego no solo por la victoria, sino por el bienestar mental que puede ofrecer a toda una nación.
¿Cuáles son los beneficios mentales y emocionales de ver fútbol?
Los efectos positivos del fútbol en la salud emocional y mental de quienes lo ven incluyen:
- Disminución de la tensión: Para quienes se sumergen en el partido como espectadores, el fútbol actúa como una válvula de escape, disminuyendo el estrés al vivir cada acción del juego con fervor y liberando emociones al final del encuentro.
- Potenciación de la concentración y memoria: Durante el tiempo que dura un partido, nuestra atención se centra únicamente en el desempeño del equipo en la cancha. Esta desconexión de la rutina alivia cargas mentales. Además, seguir el juego fomenta la retentiva y el intercambio de información entre fanáticos, lo que agudiza nuestra capacidad cognitiva.
- Promoción de sensaciones placenteras: Al entregarnos al disfrute de un partido, nuestro cuerpo responde liberando hormonas asociadas con el placer, como las endorfinas. Estas no solo nos brindan una sensación reconfortante, sino que también pueden ayudar a aliviar el dolor en personas con ciertas afecciones.
- Elevación del ánimo: Un torneo de fútbol es capaz de desencadenar oleadas de emoción positiva entre sus seguidores, incrementando de esta manera el equilibrio emocional.