Para muchos, el 14 de febrero es una fecha llena de alegría y amor. Sin embargo, también puede ser una festividad repleta de emociones complejas, sobre todo para quienes están atravesando una ruptura amorosa. Por ello, si tu relación ha finalizado en los últimos días, recuerda que no todo tiene que ser negativo, pues la vida sigue, aunque San Valentín te haga sentir como si no fuera así.
“Las etapas de crisis en la pareja se presentan en todo momento y en toda época. No obstante, la temporada de San Valentín suele atraer constantemente esta problemática debido a la expectativa que trae la pareja en febrero, pues esta festividad representa nuevos detalles, atenciones, promesas y proyecciones al futuro. Esto hace que el 14 de febrero se convierta en un termómetro para evaluar la temperatura del amor, así como explorar el retorno de parejas pasadas”, estableció el Mag. Edgar Joel Flores, psicoterapeuta y Presidente de la Asociación Peruana de Investigación y Asesoría Psicológica (ASPIAP).
¿Cuáles son las fases del rompimiento?
“Un rompimiento también es un duelo: la pérdida de una persona que ha sido muy significativa en tu vida. Por ello, como cualquier duelo, también cuenta con distintas fases, como el shock. Al inicio, es normal que te cueste entender que esa persona ya no estará en tu vida, junto con extrañar su presencia y el contacto físico con él o ella”, estableció Antonella Galli, psicoterapeuta de la Clínica Ricardo Palma.
En esta primera fase, Galli aconseja tener a tres personas designadas como ‘contactos SOS’. “Sé consciente de que las personas elegidas son en las que confías para que estén a tu disposición en esos momentos de vacío. Si fue un rompimiento en el que eres consciente de que no debes volver con tu pareja, necesitarás personas para compartir esos pensamientos y conversar”, especificó.
El siguiente paso, según la experta, es asimilar los nuevos roles en nuestra vida, pues un rompimiento no solo puede desestructurar nuestro lado emocional, sino otros ámbitos de la vida. “Esto se debe a que la pareja puede cumplir múltiples roles, como amigo, soporte emocional, colega laboral o incluso soporte económico”, aclaró. Por ello, es vital ser conscientes de que también es bueno tener momentos de reflexión a solas, además de ocasiones para estar acompañados.
“Así como hay espacios para reírnos y compartir con amigos, también debemos permitirnos experimentar la tristeza y la melancolía. Puedes llevar ambas emociones en tu vida, mientras seas capaz de reconectar con los demás, así como disfrutar de las reuniones y las bromas”, enfatizó la psicoterapeuta.
Luego, en palabras de la especialista, llega el momento en el que finalmente uno aprende a aprovechar la experiencia, teniendo en cuenta lo negativo y lo positivo de las enseñanzas que pudo dejar la ex pareja. “Es crecimiento personal, saber identificar, de manera positiva, en qué aspectos me desarrollé y todo lo que he aprendido”, resaltó.
Posteriormente, será momento de crear un nuevo estilo de vida. “Uno debe darse cuenta de que es capaz de seguir su vida sin necesidad de esa pareja, tanto como crecer económicamente, hacer nuevas amistades y conocerse mejor”, recalcó. En esta etapa, Galli hizo énfasis en la importancia del autoconocimiento, es decir, querernos y conocernos mejor para saber qué es lo que valoramos en nuestro día a día.
A lo largo del camino, es importante establecer espacios para nosotros mismos, en los que podamos reflexionar, expresarnos y hacer las actividades que nos gusten. Incluso, la terapia puede ser una gran opción.
¿Cómo lidiar con un rompimiento?
Como se mencionó previamente, Flores resaltó la importancia de entender que una ruptura amorosa representa un proceso de duelo. “Esta etapa está caracterizada por un estado de ánimo de tristeza, ansiedad, preocupación, ira, resentimiento, confusión, culpa, nostalgia y decisiones difíciles de tomar. Por ello, debemos empezar aceptando que estos síntomas son normales, pero que, al volverse muy intensos, sí pueden simbolizar la necesidad de un especialista para afrontar la situación”, sostuvo.
Para combatir un rompimiento, es vital reconocer que una separación es reinvindicar la felicidad y el bienestar que nos merecemos. “Incluso, una de las salidas a la monotonía e infelicidad de una persona es una separación oportuna y adecuada, lo cual no quita por cierto que la ruptura de un vínculo tan significativo como el de pareja comporte pérdidas importantes en la vida de un ser humano, produciendo el duelo en ambos”, añadió el experto.
“Lo primero siempre será aceptar que lo más importante es nuestro bienestar, por lo que el primer amor debe ser a uno mismo, buscando siempre sentirnos bien y visualizando las cosas que más nos importan. Para ello, es útil asistir a actividades recreativas, familiares y amicales, reorganizando la catidianidad de nuestra vida. En este 14 de febrero, recuerda que no solo se celebra el amor de pareja, sino la amistad”, recalcó Edgar Joel.
¿Qué puede suceder si un rompimiento no se maneja correctamente?
En palabras de Edgar Flores, el que no se maneje adecuadamente el duelo por una ruptura amorosa puede tener una serie de consecuencias negativas para la salud mental, emocional y física. Como se indicó antes, el duelo se caracteriza por presentar síntomas de ansiedad y depresión, como problemas de atención, trastornos del sueño, cambios en el apetito, entre otros. Por ende, en niveles elevados, esto puede afectar nuestro bienestar físico y mental. “Recuerden, a veces el cuerpo habla por nosotros o nos quiere decir algo”, aseveró.
En ese sentido, el experto enumeró algunas de las consecuencias que podrían darse si no se maneja correctamente una ruptura amorosa:
- Enfermedades cardiovasculares
- El “síndrome del corazón roto”
- Trastornos gastrointestinales, incluyendo úlceras o gastritis
- Debilitación del sistema inmunológico
- Problemas hormonales
Por todo lo expuesto, es necesario brindar a estas personas la contención y desmovilización emocional suficiente para que se les permitan procesar y sobrellevar el duelo y el estrés que produce una ruptura amorosa.