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De acuerdo con la Universidad de Harvard, las personas que padecen el trastorno dismórfico corporal están constantemente preocupadas con sus defectos físicos. En la gran mayoría de casos, esta preocupación puede alcanzar proporciones irreales, pues observan su cuerpo de una manera irreal. Por ello, esta condición puede generar vergüenza y problemas de autoestima.
Antonella Galli, psicóloga de la Clínica Ricardo Palma, indica que el trastorno dismórfico corporal también cuenta con un lado obsesivo compulsivo. “El trastorno obsesivo está relacionado con pensamientos de duda e inseguridad. Al tener estas ideas, la persona se encuentra en una constante búsqueda de la perfección física, lo cual la lleva a una frecuente angustia”, añadió.
¿Cómo se relaciona la dismorfia corporal con la anorexia?
Según la Universidad de Harvard, el trastorno de anorexia es un desorden alimenticio, el cual genera que la persona afectada no consuma los nutrientes necesarios por temor a subir de peso. Cabe añadir que los pacientes de anorexia sí tienen apetito constantemente, más suelen ignorarlo.
En ese sentido, Antonella Galli resalta que el trastorno dismórfico corporal puede ser parte de los efectos que tiene la anorexia en las personas. “La anorexia cuenta con un trastorno dismórfico. Es decir, la dismorfia corporal es parte de ella”, estableció.
La anorexia afecta las conductas alimenticias de las personas
¿Cómo influye la dismorfia corporal en el comportamiento?
Aparte de generar conductas obsesivo compulsivas, un trastorno dismórfico puede generar múltiples problemas en la autoestima de la persona. “Uno de los efectos es que hace que el paciente se vea a sí mismo como un ser desagradable. Por ende, busca ocultar su rostro con grandes cantidades de maquillaje u operaciones”, agregó la especialista.
De la misma manera, la persona que cuente con este trastorno sentirá una vida insatisfecha y no disfrutará su día a día. “En esa línea, sus habilidades sociales también se verán afectadas, pues sentirán constante vergüenza de ser observados por los demás”, recalcó.
“Es fundamental que se consiga ayuda profesional para la persona afectada. Además de un tratamiento psiquiátrico para tratar el trastorno obsesivo compulsivo, se recomienda contar con apoyo psicológico para poder recuperar su autoestima y habilidades sociales. Un procedimiento apto podrá lograr que el paciente entienda que la realidad no es como la ve”, concluyó Galli.
