Las altas temperaturas continúan y muchas personas optan por una dieta rápida para lucir la figura ‘ideal’. Para estas circunstancias, las dietas de moda son las más elegidas por su efecto inmediato. Son regímenes que dan una solución temporal a un problema que se suele haber gestado por muchos años, ya que ninguna de éstas enseña cómo comer saludablemente ni genera cambios en el comportamiento alimenticio.
En esa línea, es de suma importancia tener presente que las dietas inmediatas pueden resultar peligrosas para la salud y, en algunos casos, vienen acompañadas de un efecto rebote, es decir, vuelven a ganar el peso perdido y hasta más. Por ello, Jenny García, nutricionista de SANNA División Ambulatoria, resalta la importancia de utilizar métodos que sean realmente saludables y sostenibles en el tiempo.
“Es un error pensar que para bajar de peso es necesario comer poco o excluir grupos de alimentos. Si bien es cierto que en las redes y páginas webs podemos encontrar innumerables recetas que nos prometen bajar de peso rápidamente, debemos tener mucho cuidado, pues muchas de ellas pueden representar un riesgo para la salud”, estableció la especialista.
Las dietas más comunes y populares
- Ayunos: En este tipo de dieta, se come de manera normal ciertos días de la semana. No obstante, en ciertos días, no se come nada o se come muy poca cantidad de alimentos.
- Dukan: Este régimen se caracteriza por ser muy bajo en carbohidratos y grasas, y alta en proteínas, con varias fases y muchos alimentos restringidos.
- Paleo: Se basa en la alimentación que llevaba el hombre de la edad paleolítica, el cual sólo cazaba y recolectaba. En esta dieta, se eliminan alimentos como los lácteos, el trigo, los tubérculos y todos los ultraprocesados.
- Atkins: Esta es una dieta alta en grasa y proteínas, pero baja en carbohidratos. El régimen Atkins promete convertir al cuerpo en una máquina quema grasa.
- Carnívora: Sólo permite el consumo de alimentos de origen animal.
- Dieta cetogénica: Esta dieta es muy alta en grasa, normal en proteína y muy baja en carbohidratos.
- Dieta crudívora: Consiste en consumir alimentos crudos, pues supuestamente son los únicos que mantienen todas las vitaminas y minerales intactos. Se basa en el consumo exclusivo de frutas, verduras, frutos secos y semillas.
- La dieta del tipo de sangre: Estipula que cada persona debe comer según su tipo de sangre. Asimismo, afirma que, cuando consumes lo que no va con tu tipo de sangre, te puede caer mal o generar aumento de peso. Cabe recalcar que no existe evidencia que indique que esto es verdad.
- Reemplazo de alimentos: Los batidos se utilizan para reemplazar comidas completas. Generalmente los batidos son muy bajos en carbohidratos.
Para finalizar, el Dr. Luis del Águila, Subgerente de Bienestar de Pacífico Salud EPS, recalca que la rápida pérdida de peso inicial es muy llamativa y provocadora, pero la verdad es que son dietas que no se pueden mantener en el tiempo. “Eliminar grupos de alimentos por completo puede traer deficiencias nutricionales graves por ello se recomienda que todas las dietas sean realizadas bajo la asesoría y seguimiento de un nutricionista. Todas las personas tenemos hábitos y organismos distintos y es muy probable que los balances nutricionales no sean los mismos para todos”, concluyó el experto.