Especial: Los Beatles y el hombre huevo (Parte 2)
Este video no llega a los dos minutos de duración, su calidad no es buena, pero muestra uno de los hitos en la historia del cuarteto británico: el último concierto pagado. Son las 9 y 27 de la noche del lunes 29 de agosto de 1966 y en el Candlestick Park —donde solía jugar el equipo de béisbol Los Gigantes de San Francisco— los Beatles hacen su aparición ante 25.000 personas en un estadio que tenía capacidad para 42.500, por lo que se ven numerosos asientos vacíos.
Aunque no lo anunciaron públicamente, los Beatles sabían que este iba a ser su último concierto. Por ello, John Lennon y Paul McCartney llevaron una cámara fotográfica al escenario. Más aún, Paul le pidió a Tony Barrow, el jefe de prensa de la banda, que grabara el concierto en un casete. Al término del show, los cuatro fueron conducidos rápidamente en un automóvil blindado hasta el aeropuerto, desde donde partieron casi a la 1 de la mañana. Durante el vuelo, se le escuchó a George Harrison decir: “Ya está, entonces. Ya no soy más un Beatle”. Así comenzaría la segunda etapa de la banda.
1. Strawberry fields forever
Para la segunda mitad de 1966, muchos eran los rumores sobre una separación de los Beatles. No se los veía juntos ni habían lanzado nuevas canciones. John Lennon se fue por seis semanas a Almería (España), luego de recibir la invitación del director Richard Lester para participar en una película de comedia absurda titulada How I won the war (Cómo gané la guerra). Fue durante aquellas filmaciones que Lennon empezó a usar los “lentes de abuelita” —aquellos de lunas redondas— que se volverían tan característicos en él.
En Almería, algo aburrido y sin la compañía de los otros Beatles, John comenzaría a recordar su infancia, sobre todo un orfanato que quedaba cerca de su casa en Liverpool y que se llamaba “Strawberry Field”. De niño, Lennon solía trepar el muro del orfanato y jugar en los jardines con sus amigos del barrio Nigel Whalley y Pete Shotton. “Íbamos allá y vendíamos botellas de limonada por un centavo”, dijo John, quien se sentía un huérfano más, pues había sido abandonado por sus padres.
El periodista español Javier Adolfo Iglesias, quien ha investigado el paso de Lennon por Almería, señala que el Beatle se alojó en una gran casa de la finca de Santa Isabel, donde grabó la primera versión de Strawberry fields forever (Campos de fresas para siempre). Aquella casa tenía al lado el colegio La Salle Chocillas, lo que pudo haber contribuido a que Lennon se acordara de su infancia. “La casa de Santa Isabel tenía los mismos elementos que el orfanato Strawberry Field: el jardín, el agua, la valla alta y los gritos de los niños jugando en la escuela de al lado”, dijo Iglesias.
El video promocional que ven acá fue filmado el 30 y 31 de enero de 1967 en Knole Park, un parque de ciervos en el condado inglés de Kent. El productor del video, Tony Bramwell, se pasó dos días decorando un gran roble, con la intención de que el árbol tuviera una extraña combinación de arpa y piano. En la misteriosa parte final de esta canción, se alcanza a oír la voz de John diciendo algo. Muchos creyeron que era “I buried Paul” (Yo enterré a Paul), lo que contribuyó más a aquella leyenda sobre la muerte de McCartney. Lennon, en realidad, solo había dicho “Cranberry sauce” (salsa de arándano).
2. Penny Lane
Aunque hoy es muy turística, Penny Lane no es solo una calle, sino también el nombre de una terminal de buses por la que Paul pasaba para dirigirse a la casa de John y de muchos otros amigos. Compuesta por McCartney, la canción es un cuadro costumbrista del Liverpool que conoció de niño. Por ejemplo, el barbero que se menciona al inicio del tema está inspirado en la peluquería Bioletti’s que estaba en ese lugar, y la bella enfermera que vende amapolas llegó a ser identificada como Beth Davidson, quien un día las ofreció en Penny Lane vestida con su uniforme de la Enfermería de Cadetes.
Las grabaciones de la canción Penny Lane (Calle Penny) no fueron del total agrado de McCartney. Un día, al ver en la TV una interpretación del Concierto de Brandeburgo n.º 2, Paul se quedó impresionado con el peculiar sonido de un pequeño instrumento: la trompeta piccolo. McCartney se obsesionó tanto que George Martin —el productor de los Beatles— averiguó quién había sido el músico que la había tocado en TV y lo contrató para que añadiera un solo de trompeta piccolo que terminaría siendo el sello distintivo de Penny Lane. “He pasado toda una vida tocando para las mejores orquestas”, dijo aquel músico llamado David Mason. “¡Pero hoy soy más famoso por tocar en Penny Lane!”. Esta es aquella parte.
Contrario a lo que se piensa, el videoclip de esta canción no fue grabado en la verdadera Penny Lane, ya que los Beatles no quisieron ir a Liverpool. Las imágenes en las que aparecen montando caballos fueron filmadas en el barrio de Stratford, en Londres, el domingo 5 de febrero de 1967. Dos días después, los Beatles regresaron a Knole Park —donde habían acabado de grabar Strawberry Fields Forever— para filmar las escenas al aire libre. Para dar la impresión de que los Beatles caminaban por Penny Lane, el equipo de grabación se fue a Liverpool para tomar algunos de los lugares mencionados en la canción y, en especial, los particulares autobuses verdes de dicha ciudad.
Casi 40 años después de su lanzamiento, en 2006, una legisladora local de Liverpool quiso cambiar los nombres de varias calles de la ciudad, entre ellas el de Penny Lane. Afortunadamente fracasó en su intento, gracias a la masiva protesta de los vecinos. Pero, ¿por qué quiso cambiarle de nombre? Porque Penny Lane fue llamada así en honor de James Penny, un comerciante de esclavos del siglo XVIII.
3. A day in the life
Esta es una de las canciones más complejas de la música pop y ha quedado como una muestra de la etapa más creativa del cuarteto británico. La inspiración inicial de A day in the life (Un día en la vida) fue la muerte de un conocido de los Beatles. La canción comienza con la historia de un hombre que muere en un accidente vehicular. Ese joven fue el aristócrata Tara Browne, quien falleció a los 21 años al chocar su lujoso automóvil Lotus Elan en la madrugada del domingo 18 de diciembre de 1966. Browne iba con su novia, la modelo Suki Potier, de 20 años, quien resultó milagrosamente ilesa (aunque ella moriría 15 años después irónicamente en otro accidente de tránsito en Portugal).
El video que ven acá corresponde a la sesión de grabación de A day in the life, que fue épica y a la que acudieron invitados como Mick Jagger, Keith Richards y Brian Jones (de los Rolling Stones), así como Marianne Faithfull, Donovan y también Pattie Boyd, la esposa de George Harrison. Más que una sesión de grabación, ese viernes 10 de febrero de 1967 fue toda una fiesta surrealista: el estudio estaba lleno de globos y los músicos de la orquesta estaban formalmente vestidos, pero llevaban gorros de fiesta, narices de goma, entre otros distintivos. El fagotista colocó un globo al final de su instrumento y el violinista principal se disfrazó usando una pata de gorila.
A pesar de ser probablemente la mejor canción de los Beatles, la BBC prohibió la emisión de A day in the life, especialmente por aquella línea que dice: “I’d love to turn you on”, que resulta algo ambigua pues podría traducirse como “me encantaría excitarte” o “me encantaría encenderte”. “Hemos escuchado la canción una y otra vez. Parece ir demasiado lejos y podría alentar una actitud permisiva hacia el consumo de drogas”, dijo un portavoz de la BBC.
Lennon se enfureció. “Me gustaría conocer al que prohibió nuestra canción”, dijo. “¿Por qué no sanciona también por apología de las drogas a la compañía de electricidad? Pues para tener luz también hay que encenderla”.
4. All you need is love
Los Beatles fueron invitados a representar a Inglaterra en un programa de TV que por primera vez se iba a transmitir al mundo vía satélite. La idea era escribir una canción, pero la verdad es que no le dieron tanta importancia. Cuando faltaban apenas dos semanas, John se puso a pensar en algo y fue así como escribió All you need is love (Todo lo que necesitas es amor), una sencilla pero ideal composición para el evento satelital que buscaba unir al mundo. Sin embargo, el gran mérito fue del productor George Martin, quien quiso darle a la canción un espíritu internacional, y es por eso que comienza con las notas de La Marsellesa, y termina con una mezcla del Concierto de Brandeburgo n.º 2 de Bach, de la tradicional canción inglesa Greensleeves y de la composición de Glenn Miller In the mood.
La emisión de aquel programa satelital, titulado “Nuestro mundo”, llegó el domingo 25 de junio de 1967. Fue un show de dos horas y media que se transmitió en vivo a 24 países y cuyas imágenes por primera vez procedían desde diversos lugares del planeta. En aquel programa participaron también grandes personajes como la soprano María Callas, el pintor Pablo Picasso, el teórico de la comunicación Marshall McLuhan, el cineasta Franco Zeffirelli, entre otros. Tuvo la mayor audiencia en TV hasta ese momento: 400 millones de espectadores en todo el mundo.
Por supuesto, el segmento que más se recuerda es el de los Beatles, el cual comenzó a las 9:36 p.m. (hora inglesa) y cuyas imágenes ven acá. Los cuatro habían grabado previamente una pista rítmica, pero cantaron en vivo en el Estudio Uno de la EMI, acompañados por una orquesta y un coro que incluyó a Mick Jagger, Keith Richards, Eric Clapton, Marianne Faithfull, Graham Nash, Donovan y el baterista Keith Moon. Además, también estuvieron presentes Mike McCartney y Jane Asher (el hermano y la entonces novia de Paul), así como Pattie Boyd (la esposa de George).
Un curioso detalle ocurre en el minuto 3:08 de este video, cuando, además de las pancartas con la palabra “amor” traducida en varios idiomas, aparece un letrero negro con un misterioso mensaje: “Come back, Milly!” (¡Vuelve, Milly!). Este mensaje estuvo dirigido a la tía de Paul, quien había viajado de Liverpool a Australia a visitar a su hijo y nietos. La familia McCartney temía que la tía Milly no volviese. Anne Danher, la prima de Paul, preparó el letrero. Sabían que la transmisión mundial les ofrecía una única oportunidad para enviarle un mensaje en vivo a la señora. Y funcionó: la tía Milly vio la pancarta y volvió a Inglaterra.
5. I am the walrus
Una tarde, John Lennon recibió una carta escrita por un alumno de la escuela Quarry Bank de Liverpool —donde él también había estudiado—, en la que le contaba que su profesor de literatura solía tocar canciones de los Beatles en el aula y después les pedía a los muchachos analizar las letras y discutirlas en clase. “John y yo nos reímos a carcajadas”, recuerda Pete Shotton, amigo de la infancia de Lennon. Fue así como a John se le ocurrió escribir la canción más indescifrable, a fin de volver locos a quienes pretendían analizar las letras de los Beatles.
El viernes 5 de septiembre de 1967 (pocos días después de la sorpresiva muerte del mánager Brian Epstein), John llegó al estudio con una extraña canción que solo tenía dos notas musicales y cuya letra era sumamente absurda. Inspirado en un poema de Lewis Carroll, Lennon la tituló I am the walrus (Yo soy la morsa), aunque la letra también decía “I am the eggman” (Yo soy el hombre huevo). John agarró la guitarra y la cantó frente a todos. Cuando terminó, miró al productor George Martin y le dijo: “¿Qué opinas, George?”. “Bueno, John, para serte sincero, solo tengo una pregunta”, le contestó Martin. “¿Qué carajo esperas que haga con eso?”.
Sin embargo, los Beatles trabajaron mucho en la canción, y una vez más se vio la genialidad de George Martin, quien compuso un espectacular arreglo orquestal. Pero cabe una pregunta, ¿por qué Lennon hablaba de un “hombre huevo”? Al parecer, John hacía referencia a una curiosa historia que le contó Eric Burdon, el líder y vocalista de la banda The Animals. De hecho, en su libro autobiográfico, Burdon ha declarado ser el verdadero “hombre huevo”.
La historia se dio una mañana en la que Burdon se levantó a preparar el desayuno totalmente desnudo, excepto por un par de calcetines. Sylvia, su entonces novia jamaiquina, apareció sorpresivamente por detrás de él y bajo su nariz rompió una cápsula de nitrato de amilo. Los vapores del nitrato llegaron hasta el cerebro de Burdon, quien se resbalaba por el piso de la cocina. Enseguida, Sylvia tomó un huevo y lo rompió a la altura del ombligo de Burdon. La clara y la yema fueron deslizándose por el desnudo vientre del cantante y por zonas más al sur. “Y Sylvia”, escribió Burdon, “comenzó a mostrarme uno que otro truco jamaiquino”.
6. Hey Jude
La historia dice que Paul se inspiró en Julian Lennon, el primer hijo de John, para componer Hey Jude. Su intención era darle un mensaje de esperanza, a raíz del divorcio de sus padres. McCartney optó por decir “Jude”, en vista de que era más fácil de pronunciar que “Jules”, como le decían al entonces pequeño de 5 años. Julian recién se enteró de que la canción había sido dedicada a él en 1987, cuando el propio Paul se lo contó. Lo curioso es que John Lennon pensó que el tema era sobre él y su nueva relación con Yoko Ono. “Siempre la escuché como una canción para mí”, dijo John. “Yoko acababa de entrar en sus vidas y Paul está diciendo: Hey Jude, Hey John. Go out and get her (Sal y consíguela)”.
La grabación del tema se completó el 1 de agosto de 1968, con la participación de una orquesta de 36 piezas contratada por George Martin. Ese día, los Beatles les dijeron a los músicos que les pagarían el doble si aplaudían y cantaban el “nah nah nah nah”. Todos aceptaron menos uno, quien dijo: “¡Yo no aplaudiré ni cantaré la maldita canción de Paul McCartney!”. Y se marchó.
El video promocional que ven acá se grabó en los estudios de cine de Twickenham, en Londres, el miércoles 4 de septiembre de 1968. Al inicio de estas imágenes puede verse al periodista y comediante David Frost, quien presenta a los Beatles como “la mejor orquesta de sala de té del mundo”. A pesar de la presencia de una orquesta, la verdad es que los instrumentos no fueron tocados, aunque los Beatles sí cantaron en vivo sobre una pista ya grabada. Un grupo estimado de 300 extras fueron convocados para la parte del estribillo final. La intención era que representaran a varias nacionalidades y grupos de edad, aunque también se permitió el ingreso de un grupo de fanáticos.
Días antes de que Hey Jude fuera lanzada, Paul llegó a la sede de Apple, la nueva casa discográfica creada por los Beatles. La fachada era de color blanco, así que antes de que alguien supiera qué significaba, Paul pintó las palabras “Hey Jude” en uno los grandes escaparates. Al poco tiempo, McCartney recibió una furiosa llamada telefónica. “Enviaré a uno de mis hijos para que te dé una paliza”, le dijeron. Incluso, hubo alguien que rompió el vidrio del escaparate con un sifón de soda. ¿Qué había pasado? Algunos creyeron que lo escrito por Paul había sido un mensaje antisemita y nazi, pues Jude significa “judío” en alemán.
7. Revolution
Brian Epstein les había pedido a los Beatles no opinar sobre cuestiones políticas o sobre la Guerra de Vietnam cuando estaban en giras. Pero para 1968, Epstein estaba muerto y el mundo vivía un año particularmente político, con movimientos juveniles protestando en muchos países. 1968 fue el año del Mayo Francés, de la Matanza de Tlatelolco en México, de la Primavera de Praga, del asesinato de Martin Luther King Jr., etc. Lennon sintió la necesidad de pronunciarse y así surgió Revolution (Revolución), la primera canción explícitamente política de la banda.
Sin embargo, su título puede ser engañoso, pues en la canción Lennon no pide hacer la revolución. Su posición es la de revolucionar el mundo, pero sin violencia. “Él no prefería revolución, sino evolución”, diría años después Yoko Ono. Con Revolution, Lennon comenzaría a mostrar su famosa posición pacifista. La primera versión de la canción fue a ritmo de blues, que se conoció luego como Revolution 1.
John quería que fuera el nuevo disco sencillo de la banda, pero Paul y George se opusieron porque era lenta y poco comercial. De modo que los Beatles hicieron otra versión mucho más rockera, con guitarras distorsionadas y que es la que aprecian en este video. Un detalle poco conocido es que el inicio de esta versión estuvo inspirado en la canción Do unto others, del estadounidense Pee Wee Crayton. Escúchenla.
El video promocional de Revolution se grabó el mismo día que el de Hey Jude, el miércoles 4 de septiembre de 1968. Ambos videos estuvieron dirigidos por el cineasta Michael Lindsay-Hogg. Ese día, antes de grabar Revolution, Lennon le dijo a Lindsay-Hogg que tenía la libertad de filmar lo que quisiese, pero que él debía hacerle un primer plano en la parte de la canción que dice: “Pero si vas llevando fotos del presidente Mao, no vas a hacerlo con nadie de ninguna manera”, y eso es lo que podemos ver en el minuto 2:37 del video. Para Lennon, aquella mención al líder chino —que encierra una crítica— era la parte crucial de la canción. En 1968, Mao Zedong llevaba a cabo la sangrienta Revolución Cultural que tanto traumatizó a China.
Michael Lindsay-Hogg había dirigido al cuarteto británico en los videos de Paperback writer y Rain, ambos de 1966. Pero los Beatles habían cambiado muchísimo en apenas dos años. Antes de grabar el video de Revolution, Lindsay-Hogg se encontró con John en el pasillo y le sugirió que se maquillara. Pero Lennon se negó porque quería mostrarse tal cual era. “El cabello de John estaba descuidado, sin vida y él estaba un poco pálido. Dios sabrá lo que estaba pasando en ese momento”, recordó Lindsay-Hogg. “John no parecía ser el de antes. El aspecto de los cuatro había cambiado porque sus mentes estaban cambiando”.
8. Get back
Para 1969, los Beatles pasaban por una tensa situación en medio de fuertes peleas. Para superar esos desencuentros, Paul McCartney propuso trabajar en el proyecto “Get back” (Regresa), llamado así porque iba a ser un álbum en el que la banda regresaría a sus raíces musicales: el rock and roll. Fue así como Paul compuso la canción Get back, que comenzó siendo una sátira sobre la actitud negativa que muchos ingleses tenían hacia los inmigrantes. De hecho, en uno de los primeros ensayos, la letra de Get back hablaba de impedir que los paquistaníes le quitaran el trabajo a la gente, y se mencionaba también a “puertorriqueños” y “mohicanos”.
Sin embargo, los Beatles descartaron esta letra porque se dieron cuenta de que la sátira podría mal interpretarse. Fue así como se optó por contar las historias de Jojo, quien deja su hogar en Arizona por “algo de hierba de California”, y de la dulce Loretta Martin, un hombre que se sentía mujer. No obstante, John Lennon sospechaba que la letra de McCartney estaba secretamente dirigida a la japonesa Yoko Ono, sobre todo por el coro que dice: “Get back to where you once belonged” (Regresa a donde perteneciste). En 1980, John dijo: “Cada vez que Paul cantaba esa línea en el estudio, él miraba a Yoko”.
El disco “Get back” nunca vio la luz, pero sus ensayos son recordados por el inesperado concierto que la banda ofreció en la azotea de Apple Records. Aunque nadie lo sabía, ese jueves 30 de enero de 1969 iba a ser el último concierto de los Beatles. El show comenzó alrededor del mediodía y coincidió con la hora de almuerzo de varias empresas, lo que provocó que mucha gente se reuniera en los alrededores del edificio de Apple Records y en las azoteas vecinas. Era un frío día en Londres y soplaba un fuerte viento. Por ello, en este video John aparece con el abrigo de piel de Yoko, mientras que Ringo usa el impermeable rojo de su esposa Maureen.
Durante los 42 minutos que duró el concierto, el tráfico en la calle Savile Row y en las zonas aledañas se detuvo. La queja de los vecinos hizo que la Policía llegara y entrara a la azotea de Apple Records cuando los Beatles tocaban Get back por tercera vez. Le ordenaron al asistente Mal Evans que apagara los amplificadores. Y Evans apagó los de George y John, pero Harrison volvió a encender el suyo. Al verlo, Evans también volvió a encender el de Lennon. Al ver la insistencia de la Policía, Paul improvisa y dice irónicamente: “Loretta, has estado jugando en las azoteas otra vez y eso no está bien. Y sabes que a tu mamá no le gusta eso. Ella se enoja. ¡Te arrestará! ¡Regresa!”.
Al final de la canción —que fue también el final del concierto— se le escucha a Paul decir: “Gracias, Mo”, por los entusiastas aplausos y gritos de Maureen Starkey, la esposa de Ringo. Mientras que Lennon añadió el inmortal cierre del show: “Me gustaría agradecerles en nombre del grupo y de nosotros mismos, y espero que hayamos pasado la audición”. Todos se rieron y así terminó el último concierto de la banda.
9. Let it be
Algunos creen que se trata de una canción religiosa, sobre todo porque al comienzo y al final se menciona a Mother Mary o “Madre María”, tomado como una alusión a la Virgen. Esta hipótesis toma más fuerza si uno revisa el Evangelio de Lucas 1:38, que es el momento en el que la Virgen María le responde al ángel Gabriel y le dice: “Here I am, the servant of the Lord; let it be with me according to your word” (He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra). Sin embargo, Let it be habla de una María que no es la Virgen, sino la madre de Paul: Mary Patricia McCartney.
Para 1969, Paul andaba muy preocupado por el futuro de los Beatles. En medio de esa situación tensa, tuvo un sueño con su difunta madre, en el cual ella lo consuela y le asegura que todo iba a salir bien. “No estoy seguro si ella usó las palabras Let it be, pero esa fue la esencia de su consejo”, dijo McCartney. “Fue realmente bueno volverla a ver. Me sentí muy bendecido de haberla soñado”. Paul perdió a su madre el 31 de octubre de 1956, debido al cáncer de mama. Mary McCartney se fue de este mundo cuando tenía apenas 47 años.
La ausencia materna fue algo que unió a Paul y John desde muy jóvenes. De hecho, Lennon perdió a su madre poco tiempo después que Paul, el 15 de julio de 1958. “Ambos nos reíamos de la muerte, pero solo por fuera”, recordó McCartney. “De vez en cuando, una o dos veces al año, llegaba ese momento en el que la ausencia nos golpeaba. Nos sentábamos y llorábamos juntos. No pasaba a menudo, pero era algo bueno”.
Pero la historia era distinta en 1969 y los Beatles se enfrascaban en discusiones que quedaban registradas ante las cámaras, en lo que luego se convertiría en la película Let it be. Sin proponérselo, el cuarteto estaba documentando el final de la banda. Las imágenes de Let it be que ven acá fueron grabadas el viernes 31 de enero de 1969. Sin embargo, la canción fue lanzada al mercado más de un año después, el 6 de marzo de 1970. Al cabo de un mes, el 10 de abril, Paul McCartney anunciaba la separación de los Beatles.
A pesar de que la grabaron cuando la magia ya había terminado, Let it be fue muy premiada. El 16 de marzo de 1971, por ejemplo, recibió el Premio Grammy a la Mejor Banda Sonora. Ningún Beatle fue a la ceremonia. En representación de ellos acudió Keith Moon, el recordado (y alocado) baterista de la banda The Who, quien hizo reír a todos. Aquí las imágenes.
Eso no fue todo. Un mes después, el 15 de abril, Let it be llegó también a ganar el Premio Oscar a la Mejor Banda Sonora Adaptada. Nuevamente, ningún Beatle quiso ir a la premiación. Quien tuvo que recoger la estatuilla fue el productor Quincy Jones, que esa noche estaba conduciendo la orquesta en la ceremonia. “Desearía que los Beatles estuvieran aquí. Recibo esto, pero tengo que regresar a conducir la orquesta. En su nombre, muchas gracias”, dijo Jones. El mundo no volvería a ver a los cuatro juntos.
10. Something
El martes 25 de febrero de 1969, en su cumpleaños número 26, George Harrison grabó en el estudio de EMI tres demos, entre ellos una balada que había escrito el año anterior, a la que tituló Something (Algo). El ingeniero Glyn Johns estuvo ese día en el estudio y recuerda que las composiciones de George no estaban siendo muy tomadas en cuenta en la banda. De hecho, Harrison esperó a que todos en el estudio se fueran para grabar esos demos. “George me pidió que me quedara”, dijo Johns. “Cuando tocó Something, me dejó completamente deslumbrado”.
La melodía de la canción eran tan pegadiza que Harrison pensó que la había escuchado antes. En realidad, el comienzo del tema (“Something in the way she moves”) era el título de una canción del estadounidense James Taylor, lanzada por el sello Apple, la casa discográfica creada por los Beatles, y a cuya grabación había asistido el propio George. Pese a ser una hermosa balada, Something había sido olvidada seis meses, pues Harrison creía que no era lo suficientemente buena para la banda.
Cuando George la tocó ante los otros Beatles, a todos les encantó. Los cuatro trabajaron varios meses en Something buscando la perfección. George se convirtió en director musical y —por primera vez en la historia de la banda— le indicaba a Paul McCartney qué hacer y qué notas tocar. Something se convertiría en el segundo tema de los Beatles más versionado, después de Yesterday. Incluso, Frank Sinatra la describió como el mejor tema de amor de los últimos 50 años, aunque solía presentarla como “su canción favorita de la dupla Lennon-McCartney”.
Así que antes de terminar este especial, les dejo el video promocional de Something, dirigido por Neil Aspinall y que fue filmado cuando los Beatles estaban a punto de separarse como banda. Lo singular de este video es que es el único en el que los Beatles aparecen con sus esposas. Cada pareja trata de dar una imagen particular: Ringo y Maureen manejan unas minimotos, Paul y Linda juegan con su perra Martha, John y Yoko visten unas largas y lúgubres capas negras, y George y Pattie sonríen y caminan abrazados.
Aunque este video pretende mostrar lo contrario, las parejas fueron filmadas por separado. Los cuatro nunca quisieron ni llegaron a estar en el mismo lugar. Una muestra de que la banda ya no daba para más. Cada Beatle tomaba su propio rumbo.
Hasta la próxima canción.
Agradecimientos:
Video intro: Doctor Robert / Video 2: TheBeatlesVEVO
Video trompeta: Dan Foster / Video 3: TheBeatlesVEVO
Video 6: TheBeatlesVEVO / Video 7: TheBeatlesVEVO
Video Do Unto Others: Carlos Rasool
Video Grammys: TheGreatTyrant
Video Oscar: Oscars
Michael Zárate – Datos de contacto:
Twitter: @elautista / Linkedin: michaelzarate1