Escondida en la exuberante selva del archipiélago de Estocolmo, en la zona de Västra Lagnö, esta casa de verano se adjudicó recientemente uno de los premios WAN 2013, distinción que otorga anualmente World Architecture News, uno de los mayores proveedores mundial de noticias e información sobre arquitectura.
Diseñada por Tham y Videgard Arkitekter, la vivienda se terminó de construir el 2012, y el hecho de que la obra se encuentra en la parte continental del territorio sueco, y no en su área insular, ha permitido que los arquitectos utilicen materiales más pesados, mejorando así la integración de la casa con las formaciones rocosas de granito y los bosques que la rodean.
Su distribución incluye tres dormitorios, cocina, sala de estar y un cuarto de baño. Una de las principales características de esta residencia es su techo casi escultórico, que se yergue sobre una fachada enteramente de concreto, haciendo referencia al arquetipo que solemos tener de una casa. Una cubierta de vidrio recorre todo el frontis, permitiendo la entrada de luz natural, y las mejores vistas del archipiélago que se cierne en frente. Todo está abierto, permitiendo el diálogo con la amplia terraza. Estos elementos, junto con la forma alargada de la sala de estar, hacen que todo se vea como una suerte de cobertizo para botes, muy comunes es esa región de Suecia.
Cosa muy distinta a lo que sucede si observamos la casa desde atrás, del lado del bosque. Desde allí casi no se observan ventanas, pues éstas se han preferido colocar en el techo, garantizando así la privacidad de sus inquilinos. Aparte del diseño de la casa en sí, los arquitectos también fueron responsables de desarrollar los interiores y el paisajismo.