Una construcción que se fusiona a su entorno a manera de casa en el árbol, es la propuesta del arquitecto español Andrés Jaque. Esta es una vivienda ubicada en Ibiza, y que tiene una gran vista del paisaje a través de ventanales de cristal con marcos pintados de amarillo. Se conservaron todos los árboles y se les abrieron entradas en los techos, además su centro es como un acordeón que permite que la obra se extienda convirtiendo la sala en un salón.
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