Teniendo un área de solo 30 metros cuadrados para trabajar, los arquitectos del estudio Planair debían buscar la forma de modernizar un pequeño departamento de Milán y adaptarlo para que sus inquilinos puedan tener todo lo necesario para vivir cómodamente.
La consigna era mantener el espacio abierto para que de esa manera luzca más grande y luminoso. Sin embargo, la privacidad también es importante, especialmente en departamentos pequeños. Por eso se procuró que cada área de la vivienda pueda “cerrarse” valiéndose de paredes corredizas.
En el área de la cocina y la sala, casi toda la pared está compuesta por puertas que dan lugar a espacios para almacenamiento. En frente está el comedor y el dormitorio en un nivel elevado. La cama se eleva para abrir paso a una especie de ropero.
Dos grandes ventanas permiten el ingreso de luz natural y el color claro de la madera añade calidez al departamento.
Conoce más de este singular proyecto en esta galería.