Parece una casa sacada de un cuento de hadas, en medio del bosque, apartada del bullicio de la ciudad de Austin. No posee línea recta alguna y su blancura atrae con el poder de una obra de arte. La conocen como Bloomhouse y fue concebida por dos jóvenes estudiantes de arquitectura, Charles Harker y Dalton Bloom (de ahí el nombre), que buscaban un refugio en plena efervescencia de la cultura hippie en los años 70.
Su idea era crear un espacio en armonía con la naturaleza, hecho con materiales ecoamigables y lejos de las sociedad; de hecho, no cuenta con una dirección definida. Así fue concebida y levantada de forma casi artesanal, un trabajo que tomó alrededor de una década. Sus caprichosas formas la convirtieron en un ícono arquitectónico de Austin, un monumento esculpido a mano.
Sin embargo, pasado los 80 la casa fue abandonada y sufrió el deterioro de los años. Así estuvo hasta el 2017 que fue puesta en venta y posteriormente restaurada para ser puesta en alquiler como hospedaje. En perfecto estado, la Bloomhouse vuelve a tener la atención de turistas y curiosos que llegan para desconectar de la rutina y gozar de la naturaleza en un espacio mágico y con historia.
Cabe destacar que para la restauración del lugar se utilizó madera de cerezo, fibras naturales, suelos de cerámica artesanal y mobiliario de Midcentury. De lujo. La Bloomhouse puede ser reservada a través de Top Trip Rentals o desde Airbnb.
Recorre la galería de fotos que acompaña esta nota y descubre los mágicos y elegantes rincones de la Bloomhouse.