Esta pequeña casa muestra que no necesitas mucho para ser feliz

Andrew y Gabriella Morrison vivían como todos: trabajaban, habitaban una casa que debían pagar y estaban algo ajustados de dinero. Luego de años de esta rutina, la pareja decidió romper con todo y construyeron una casa rodante a la que llamaron hOMe.

Los Morrison gastaron 33 mil dólares en construir hOMe con todo lo que necesitan para ser felices. Pese a tener un área de 19 metros cuadrados, se las arreglaron para contar con una cocina completa y espaciosa, un comedor, una pequeña oficina y un baño con ducha.

En el segundo nivel se encuentra el dormitorio principal con una cama Queen y, justo al frente, está la sala donde ambos pasan un tiempo en pareja. hOme cuenta con paneles solares para proporcionar energía eléctrica y consiguen agua extrayéndola con una bomba de un pozo.

Los Morrison viven en un área rural en un terreno que les pertenece pero, al ser una casa rodante, tiene la facilidad de viajar cuando deseen. La idea detrás de hOMe es demostrar que no se necesita mucho para ser realmente feliz y vivir cómodamente, por lo que la pareja decidió ofrecer cursos y tutoriales en su página web para que otras personas puedan construir hogares similares.