La cama es la pieza más importante de tu dormitorio, dale su propio estilo con una cabecera atractiva. Atrévete a elegir y mezclar colores y texturas que te hagan sentir cómodo y te lleven a un descanso reparador.
La pared: Si tu tarima no lleva cabecera, puedes pintar la pared principal de un color diferente al del resto de la habitación. Puedes hacerlo con tramas, geométricos o colocarle papel tapiz con diseño.
Un cuadro: Para destacar tu cama, coloca un cuadro de grandes dimensiones o arma una composición con varios. Dale movimiento utilizando diversos estilos y tamaños de marco.
Papel tapiz: Si no deseas empapelar toda la pared, crea una cabecera con este material. Eso sí, ten cuidado pues este puede ensuciarse más rápido de lo esperado. Opta por aquellos vinilizados.
Elementos reciclados: En los mercados de pulgas puedes encontrar una infinidad de elementos listos para reciclar a los que se le puede dar la función de cabeceras, puertas viejas, ventanas, rejas etc. Solo es cuestión de imaginación.
Tela: Recuerda que la cabecera está sometida a continuos roces que pueden hacer que esta se manche. Para tapizarla, elige una tela de alto tránsito que se pueda lavar fácilmente.