La artista Tracey Emin pasó una semana en cama luego de una terrible ruptura amorosa y convirtió aquel mueble completamente desordenado en una controvertida pieza artística titulada "My Bed" en 1999.
Esta polémica obra, complementada con botellas de vodka, colillas de cigarrillos y pruebas de embarazo, ayudó a despegar la carrera de la artista y hoy acaba de ser puesta a la venta por un precio estimado entre 1,3 y 2 millones de dólares, según informa The Guardian.
Actualmente, la inusual "cama sin tender" forma parte de la colección de Charles Saatchi, cofundador de la conocida agencia publicitaria Saatchi & Saatchi, y su posible venta asegurará que la controvertida pieza forme parte de próximas exhibiciónes en museos públicos del Reino Unido.