El metal, la madera, el vidrio y el cemento pulido son cuatro elementos con los que los arquitectos Yasemin Arpac y Sabahattin Emir, del estudio turco Ofist, convirtieron un ático de 180 m2 en un moderno loft con una fuerte cuota industrial.
Los cambios que se dieron en esta vivienda fueron importantes: se eliminaron algunas paredes para lograr un hogar de ambientes abiertos, y se ampliaron las dimensiones de las ventanas para permitir el máximo ingreso de luz natural y una mejor vista de la ciudad.
La pared frontal, que recorre la sala, el comedor, la biblioteca y el dormitorio, exhibe un gran estante de almacenamiento elaborado con láminas de hierro de 12 y 16 mm de espesor; y que aporta un aspecto industrial al loft.
Para contrarrestar la frialdad del metal y del piso revestido con piedras naturales, la pared y el techo se enchaparon con listones de madera iroko.