La tendencia propone sobrepasar los límites de los clásicos espacios en blanco inmaculado, para establecer combinaciones más audaces. Por ejemplo, si busca una decoración que no se rija por las reglas tradicionales, pero que mantenga una cuota de armonía, se recomienda el color blanco en las paredes y en algunos muebles, para que así el color intenso se acople de forma más sencilla.
La interiorista Giovana Sessarego señala que puede agregar toques de color rojo al ambiente, al “integrar un cojín, pufo cubrecama deese tono. El mobiliario también puede lucir un toque de ese color, podría ser un solo cajón o todos los tiradores”, indica. Si usa tonos fuertes en pequeñas dosis, luego será más sencillo cambiarlos y redecorar.
La diseñadora de interiores Andrea Battistolo comenta que para darle una cuota vintage o romántica a la alcoba puede aplicar tonos pasteles o claros a los muebles. También puede agregar pequeños detalles, como cojines tejidos o ropa de cama bordada.
DORMIR CON ESTILO
La cabecera es un elemento decorativo básico que puede redondear todo el concepto. Puede abarcar solo el ancho de la cama o ir de pared a pared, incluso de piso a techo, e incluir diseños llamativos para crear un punto focal.
Para un espacio moderno se aconsejan las tapizadas en tela con estampados o cuerina. En un diseño interior con toques más rústicos puede elegir una en capitoné o con listones de madera al natural. Otras cabeceras que se suman a este estilo son las de hierro forjado o de bronce, que también se integran al estilo vintage. Si desea algo más divertido, coloque viniles en forma de cabecera o pinte una con la ayuda de esténciles o a mano.