Giovanna Dioses
La decoración clásica es sinónimo de elegancia y sofisticación. “Se caracteriza por el uso de muchos elementos que otorgan calidez y un aspecto tradicional de buen gusto y refinamiento”, sostiene Jazmín Rivas, docente de la carrera de Diseño Profesional de Interiores de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.
Una manera de imprimir un toque clásico en el hogar es destacando las paredes con tonos neutros. “En estancias pequeñas encajan el marfil, champán, crema, beis, marrones claros y amarillo suave. Si son amplias, puede jugar con colores llamativos, como el rojo, borgoña o verde olivo”, resalta María Eugenia Nevado, docente de Arquitectura de Interiores de Toulouse Lautrec.
CREANDO ESTILO
Otra opción consiste en cubrir los muros con papel tapiz con diseño de líneas verticales, medallones, flores y formas naturales. “También pintar las paredes principales con pintura decorativa, como microtextura o graniplast, para resaltarlas”, agrega la arquitecta Carolina Roque, de Arkka Diseño. La cuota clásica quedará marcada, finalmente, por el tipo de muebles y accesorios.
Respecto al mobiliario, sobresalen los estilizados y livianos, inspirados en el Renacimiento (Luis XIII), Barroco (Luis XIV), Rococó (Luis XV) o Neoclásico (Luis XVI), que se distinguen por sus patas torneadas, una gran marquetería y el diseño del tapiz. Pueden ser de roble cerezo o caoba.
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