Stefanía Peral
La época dorada de los cómics fue la década de los 60. Luego, por los 80, los personajes cambiaron, se modernizaron y, poco a poco, desaparecieron de los quioscos. Hoy toman fuerza en la decoración, específicamente en los espacios lúdicos y con espíritu retro.
Aída Briceño, directora de la galería Índigo, comenta que se suele pensar que este tipo de decoración funciona únicamente en la habitación de los niños, pero eso no es necesariamente excluyente. "Los cómics sirven para alegrar toda la casa. Se pueden aplicar en las paredes, los muebles, los cuadros, los tapices, entre otros lugares", precisa.
CÓMO LUCIRLOS
Los cuadros son las opciones más recurrentes, pero existen otras puede recurrir a los tapices con estos diseños para la pared: recubra un muro del comedor, de la sala o del dormitorio; el resto puede pintarlo de blanco para no saturar el espacio. Si quiere lograr un efecto más osado, píntelos de rojo, azul o amarillo.
El color debe sintonizar con la gráfica. Además, puede usar telas con estampados de cómics en blanco y negro en una butaca de la sala o retapizar una silla con estos diseños. También es posible jugar con las pantallas de las lámparas, los cojines y las alfombras; sin embargo, no debe recargar el espacio. Si lo aplica en más de dos elementos en las zonas sociales, incurrirá en una combinación extrema e innecesaria de colores.