Remodelar el cuarto de los niños y darle una tierna dosis de vida y color puede ser un objetivo sencillo si se lo propone. No se trata de realizar grandes cambios ni de modificar por completo lo que ya tiene, sino de agregar ciertos detalles y elementos que darán como resultado un espacio más acogedor, funcional y agradable para ellos. Solo es cuestión de elegir los accesorios decorativos adecuados, seleccionar sabiamente los colores y sacar a flote su creatividad.
Seguro el cuarto de su niño o niña es celeste o rosado. Generalmente usamos esos colores cuando nuestros hijos son bebés, pero luego se quedan por años. Para lograr el cambio, se recomienda seleccionar colores neutros como blanco, hueso, arena y beige.
Si no desea estos colores, opte por lila, amarillo claro, verde agua o tonos pasteles. También es posible intervenir con colores más fuertes como rojo, naranja o azul, pero manteniendo la armonía. Recuerde que el dormitorio debe transmitir calma, por ello los colores llamativos se aplican de preferencia solo en los muebles y los objetos de decoración.
-¿QUÉ AGREGAR?-
Como una solución rápida para dar alegría a las paredes, se aconseja usar los vinilos decorativos. Si quiere usar su creatividad, busque los rodillos con diseños o use el cepillo de la escoba para pintar las paredes. Este dará un acabado lineal y atractivo.
Cambiar las cortinas tampoco es costoso. Se recomienda seleccionar las cortinas con fondo blanco y estampados de colores brillantes y diseños juguetones. Asimismo, una alternativa es elegir un color que contraste con el tono de la pared.
-LINDOS DETALLES-
Si cambia el diseño del cubrecama, de los cojines, sábanas y almohadas, obtendrá un ambiente diferente. Los estampados de animales en colores vivos o las rayas suaves alegran el espacio.
Si la pared es de un color pastel, pinte la cama de blanco y tapice la cabecera con un diseño a rayas o de un color entero que haga juego. Agregue lámparas coloridas y con formas divertidas o coloque pantallas cilíndricas a full color sobre los veladores. En el cuarto de niñas, puede disponer pompones colgantes de tul en tono rosa o morado: son suaves, delicados, fáciles de renovar y nada costosos.