El negro ayuda a proyectar fuerza, elegancia y modernidad en los ambientes. Y la tendencia propone usarlo en espacios para niños, como el dormitorio, la sala de entretenimiento, la zona de juegos o cualquier rincón, para ir más allá de lo tradicional. La arquitecta Gisella Vicente señala que para aplicarlo debe existir una buena iluminación natural, a fin de no crear un entorno lúgubre. “El negro tiende a restar la cantidad de luz, por eso úsalo en espacios amplios (más de 10 m2). Al ser oscuro, reduce visualmente las estancias”, explica Vicente.
Una opción acertada es acompañarlo con blanco, para generar contraste y conseguir luminosidad. “Si deseas introducir otros tonos y dar vida a refugios frescos y divertidos, agrega tonos pastel (celeste, rosa, menta, turquesa) o paletas encendidas como amarillo, rojo, naranja, azul o verde”, indica la arquitecta Gisella Mesarina, de MC Arquitectas.
¿Cómo aplicarlo?
Pinta el muro principal del cuarto o la zona de juegos con pintura látex o esmalte negro, para darle protagonismo. Otra idea es dividir los muros con cinta masking tape (ubicar la tira a 1,20 m del piso), pintar la parte baja con este tono oscuro y mantener el resto en blanco o gamas pastel.
Apuesta por el papel tapiz con líneas verticales en blanco y negro, con el fin de ampliar visualmente la altura y el ancho de los muros. También puedes emplear diseños de rombos, círculos, estrellas o nubes, de este tono intenso, en las paredes, cortinas, cestas, cajas decorativas o la ropa de cama, y así crear focos de atención.
Otra forma de introducirlo es a través del mobiliario, para no saturar. Por ejemplo, camas con doseles de madera pintadas al duco, mesas de noche o puertas de estanterías con acabado en poliuretano negro. También puedes añadir accesorios, como cojines, juguetes, lámparas y percheros de otras gamas, para darle dinamismo a la propuesta.