La decoración kitsch es todo lo contrario al estilo minimalista. “Es extravagante, divertida, y predominan las formas y el color”, dice Patricia Diaz, interiorista de Villa D’Este.
Usando este concepto, puedes diseñar un pequeño rincón en cualquier ambiente con esta decoración. “Lo ideal es que funcione como un acento en el ambiente, para que no pierda su atractivo”, aconseja María Teresa Paredes, de Retropasión.
¿Qué piezas pueden contener? Todo lo que puedas imaginar. Desde floreros de plástico hasta juguetes, porque la meta es alcanzar una mezcla variada y recargada en la decoración. Incluye muebles barrocos y Chippendale, sillas Luis XV y accesorios de los años 40 y 50. “Cuanto más elaborada es la pieza, mejor es el resultado”, señala Díaz.
Color y equilibrio
Puedes combinar todo tipo de colores en la decoración kitsch. Los muros y los muebles grandes deben lucir tonos osados como azul, verde y naranja, o estampados. Para que este rincón se amarre con el espacio, debe contar con tonos o materiales presentes en el resto de la habitación.