Valeria Moscoso
La alternativa más económica para lograr una sensación cálida es pintar la pared con neutros, como beige, arena, amarillo o verde; o pasteles, como lavanda, rosa o verde menta, explica la interiorista Andrea de la Torre. Al aplicar el látex, ten presente que si la superficie luce irregularidades es preferible usar producto mate, pues al no tener brillo evitará que los defectos sean más notorios
“También puedes usar enchapes de madera o ladrillos expuestos. Estos últimos, pintados de tonalidades claras proporcionan más luz, mientras que sin acabado tienen un aspecto más natural”, dice la interiorista Jessie D´Angelo. Si buscas un material que no requiera demasiado cuidado, opta por cerámicos y porcelanatos con relieves o texturas, de apariencia tipo piedra o madera.
Toque especial
“Pequeños accesorios colgados en las paredes, como relojes o platos, en diversas tonalidades de anaranjados, amarillos y rojos también generan un efecto cálido”, indica De la Torre. Asimismo, los cuadros con temática floral o animal. En una sala de estar, cuelga fotografías familiares e ilumínalas con luces amarillas.