Hace unos días, se anunció el line up de Lollapalooza en sus versiones para Sudamérica con una sorpresa: Gwen Stefani encabeza el cartel de artistas. Y Mientras eso ocurre, la cantante también se ocupa de otros negocios: acaba de vender su mansión de Beverly Hills, California.
Stefani y su esposo en ese momento, Gavin Rossdale, compraron la propiedad por US$ 13 millones en 2006. La puso en el mercado en el 2017, pero recién pudo concretar la venta dos años después debido a su alto costo: US$ 21 millones.
La mansión de siete dormitorios y 11 baños luce llamativos motivos en blanco y negro en la mayoría de las habitaciones. Para ello utilizaron distintos elementos: mármol, pisos con estampados geométricos y papel pintado.
Incluso la cocina es en blanco y negro, con papel pintado a rayas y una isla de mármol negro. También hay grandes paredes únicamente de color blanco, que Stefani utilizó como escaparate para su colección de arte moderno.
Las ventanas del piso al techo y los controles deslizantes de vidrio, ubicados estratégicamente para aprovechar al máximo las vistas a las montañas y al valle, también se suman a la estética cuidadosamente planificada de la casa.
También hay un área cercana de masajes y sauna, además de una cancha de tenis totalmente iluminada, una gran piscina infinita, un área de juegos de diseño y un césped de césped verde del tamaño de un campo de fútbol.
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