Relajo en la playa: Déjate inspirar por esta casa en la Jolla

Los tonos blancos y turquesas, la textura irregular de las piedras y el aroma del mar –que se filtra por todos los espacios– ejercen una placentera sensación de confort en la casa de playa diseñada por los arquitectos Sally Díaz y Carlos Miguel Gallardo, del Estudio Cúbico.

Desde el exterior, el trazo lineal y moderno de esta moderna casa se enriquece con los volúmenes marcados de manera sutil por diversas texturas. La fachada lateral, en donde se ubica el ingreso, es un juego de tramas que devela paulatinamente la casa y va desde lo privado hasta lo público. El recorrido empieza con un bloque sólido (que oculta el área del garage y el área de servicio); continúa una celosía de aluminio blanco –ubicada al lado de la puerta– y un gran muro revestido con microcemento gris claro que imita fielmente la apariencia rústica del encofrado. Finalmente, el área social se muestra en el segundo nivel abierta y sin restricciones, libre para quien desee ver qué sucede en el interior.  

La sala, el comedor y la cocina de esta casa de playa comparten un mismo ambiente, se integran gracias al piso de porcelanato y a los toques turquesas que evocan el mar. “Ese es el color que tiene la laguna del condominio. Decidimos usarlo en las pepelmas con las que enchapamos la piscina y luego en detalles como los reposteros altos de la cocina, la fotografía del comedor, de Suleika Apaéstegui, y algunos adornos de la sala”, cuenta Gallardo.

Más que textura
Integrar elementos que acentúen la belleza natural fue importante para darle calidez a este refugio; por ello, la pared principal de la sala se enchapó con laja ayacuchana, que exhibe una rugosidad que contrasta con el trazo moderno del sofá seccional de cuero blanco. Las piezas de piedra se extienden más allá; llegan hasta el muro de la terraza que es un amplio espacio abierto desde donde contemplar el horizonte es un placer. “La piscina no se hizo en la terraza para que este ambiente tuviera mayor lugar y se aprovechara la vista. Preferimos trabajarla a un costado de la sala (separando ambas estancias con puertas plegables), ya que es una zona que recibe el sol”, refiere Gallardo.

En este nivel también se ubican cuatro dormitorios, estos se suman a los cuatro del primer piso, que es el área más íntima de la casa, en donde también se sitúa una sala familiar; mucho más discreta, perfecta para pasar momentos más reposados.