Esta es una situación típica: compras una botella de agua o gaseosa y la tapa está tan dura que no la puedes abrir. Entonces optas por usar una toalla o tu saco para tratar de hacerla girar pero los intentos son infructuosos.
La firma coreana de diseño Dijangin intentó buscar una solución a este problema y creó la Sodavalve, una especie de manija que se encaja en la tapa para que gire con más facilidad. Su forma permite una manipulación más sencilla y poder aplicar mayor fuerza al intentar abrir la botella.
Otro uso del Sodavalve es que se convierte en un soporte para colocar la botella boca abajo sin temor de que caiga o se derrame el contenido. Eso ayuda a que el gas de las bebidas no se escape por el espacio que deja la tapa una vez abierta.
Este peculiar invento tiene un costo de 8 dólares y se puede comprar en esta página web.