Cinco problemas que sólo conocen quienes alquilan una casa

Tener casa propia es algo a lo que no todos pueden acceder, así que a algunos no les queda más remedio que alquilar. De hacerlo, las cosas pueden tomar dos rumbos: ser una experiencia placentera con caseros y vecinos agradables o convertirse en una pesadilla de la cual no podemos escapar.

Alquilar una casa puede tener ciertas complicaciones, desde la búsqueda de un espacio hasta la limitación de no poder hacer con él lo que quieres. Pero siempre se puede encontrar una solución para que tener todo bajo control.

Te presentamos cinco problemas que solo los que alquilan podrán entender y cómo solucionarlos:

1. No ser libre con la decoración

Vivir en una casa alquilada te complica las cosas a la hora de querer darle tu toque personal a la decoración: nada de clavos, ni pintura, ni que pueda dañar la casa de forma permanente. Para solucionarlo es hora de ponerse creativos y pegar viniles, usar papel tapiz que se retire fácilmente, cintas doble faz para asegurar cuadros, entre otros.

 (Foto: Shutterstock)

2. Tener caseros odiosos

Algunos propietarios son más exigentes que otros y eso puede llegar a afectar tus ganas de seguir viviendo en un lugar. En esos casos, intenta que la relación con él o ella sea cordial pagando a tiempo, respetando las reglas y no causando problemas con el resto de vecinos.

3. Accesorios obsoletos

Cuando buscamos una casa para alquilar, la prioridad es que todo funcione antes de que se vea bien. El hecho de que las cosas están en buen estado, no quiere decir que sean las últimas del mercado ni de nuestro gusto. Eso puede solucionarse invirtiendo algo de dinero en comprar las cortinas que te gustan o ese horno moderno que después puede llevar contigo a tu próximo hogar.

 (Foto: Shutterstock)

4. Esperar por las reparaciones

Mientras no sea un caso de vida o muerte, el propietario se va a tardar mucho tiempo en darte soluciones a problemas de la casa. Si hay que reparar alguna cosa, la mejor opción es que lo hagas tú mismo mientras no sea nada complicado. Recuerda informárselo al casero antes de poner manos a la obra.

5. Los vecinos irresponsables

Son aquellos que no pagan a tiempo el mantenimiento, que hacen fiestas día de semana a que empiezan con las reparaciones un domingo a las 7 de la mañana. En esos casos no hay mucho que hacer salvo conversar con ellos amigablemente o, de no dar resultado, comentarlo con el propietario o la junta de vecinos.