La situación actual del agua en el mundo es preocupante pues no todos tienen una consciencia sobre la importancia de este elemento para la vida y el mal uso que se le da alrededor del planeta.
Para intentar hacer que el público reflexione sobre esto y haga un cambio, la diseñadora Tanya Clarke creó una colección a la que llamó Liquid Lights. Se trata de lámparas que dan la impresión de ser caños desde donde cae una gota de agua la cual es iluminada con luces LED.
Clarke decidió reutilizar tuberías y otros materiales a los cuales se les añadió la pieza de vidrio tallada a mano que funciona como foco. La idea es que, al tener un contacto contante con este objeto, las personas se den cuenta de la suerte que tienen de poder acceder al agua con solo abrir un caño y empiecen a cuidarla.
Parte del dinero recaudado de la venta de estos artículos es destinado a realizar campañas sobre el cuidado del agua y hacer que más personas tengan acceso a ella.