Desde joven Nick Pourfard era un fanático del skate. Poco a poco, a su pasión de andar siempre en cuatro ruedas se fue sumando un interés por la música, especialmente por la guitarra.
Después de que una lesión lo alejara del patinaje por un tiempo, Nick buscó la manera de juntar sus dos pasatiempos en algo que significara mucho para él. Fue así como nació la idea de crear guitarras reutilizando antiguas tablas de skate.
Utilizó su conocimiento en el trabajo con madera y abrió su empresa Prisma Guitars donde se encarga de producir estos únicos instrumentos que ya han llegado a manos de músicos de la talla de Steve Harris de Iron Maiden.
Cada una de ellas tiene un premio aproximado de 2500 dólares, pero ten la seguridad que nadie tendrá una guitarra como la tuya en el mundo.