Los pufs son ideales para cualquier tipo de vivienda. Su versatilidad hace que tengan distintos usos en una vivienda pequeña, y la posibilidad de jugar con su diseño los convierte en punto focal dentro de un espacio más amplio.
Antes de elegir un puf, considera qué es lo que deseas lograr con él en tu decoración. El tamaño es importante, los pequeños funcionan como acentos mientras con los grandes son más prácticos. Lo mismo con el color, para lograr un efecto de contraste o que se disimule con el resto del espacio.
El puf de cuero le da un toque elegante a la habitación. (Foto: Shutterstock)
Ya con tu diseño de puf en mente, te damos algunas ideas para que los incorpores en casa:
- Dentro de tu clóset
Los pufs son perfectos por su tamaño para un espacio tan reducido. Pueden servir para sentarte mientras te pones los zapatos o para separar las prendas que usarás durante el día.
- En el cuarto de los niños
No hay mejor detalle que un puf para los pequeños por sus colores y su comodidad. Pueden servirles como silla o mesa y le dará el toque divertido al espacio.
- Como reposa pies.
Perfecto para un escritorio o sala de lectura. No solo te brindará soporte sino que puede convertirse en el punto focal de la decoración si se elige un color intenso o un diseño audaz.
Los pufs funcionan como reposa pies o asientos en una sala de televisión. (Foto: Shutterstock)
- Para unificar colores y patrones en un dormitorio
Si el puf tiene en su diseño elementos que combinan con el de la habitación, ayudarán a lograr un aspecto más cohesivo dentro de un espacio.
- Como mesa de centro
Si tienes una sala pequeña, un puf puede funcionar mejor como mesa para ahorrar espacio. Coloca encima una fuente o libros para decorar.
- Como asientos adicionales en la sala
Al ser pequeños, puedes esconder los pufs debajo de la mesa de café. Harán el espacio más colorido y podrás usarlos como asientos además de los muebles.