Las camas en la Villa Olímpica para los Juegos de Tokio 2020 de este año estarán hechas de cartón. Cartón resistente.
“Esas camas pueden aguantar hasta 200 kilos”, explicó Takashi Kitajima, director general de la Villa Olímpica, hablando a través de un intérprete.
Eso equivale a 440 libras, sin duda más de lo que pesa cualquier deportista olímpico.
“Son más fuertes que camas de madera”, añadió Kitajima.
También se refirió a la posibilidad de celebraciones descontroladas en las habitaciones, por ejemplo tras la entrega de una medalla de oro.
“Por supuesto, tanto la madera como el cartón se romperían si saltaran sobre ellas”, señaló.
Las camas individuales, mostradas el jueves en la sede del comité organizador, se reciclarán después de los juegos para fabricar productos de papelería. El material de los colchones -no estarán hechos de cartón- se convertirá en productos de plástico. Los colchones se desmontan en tres módulos distintos y su firmeza puede ajustarse.
La idea era utilizar materiales que pudieran reconvertirse tras los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, aunque las camas de cartón daban a las habitaciones un aire espartano.
Estaba previsto que la Villa Olímpica se completara en junio. Los Juegos Olímpicos comenzaban el 24 de julio, y los Paralímpicos el 25 de agosto.
“El comité organizador pensó en objetos reciclables, y la cama fue una de las ideas”, dijo Kitajima, señalando que la ejecución había sido obra del patrocinador olímpico local Airweave Inc.
Es la primera vez que las camas y la ropa de cama de la Villa Olímpica se fabrican con materiales renovables, señalaron los organizadores.
El complejo residencial para los deportistas, que se construye junto a la Bahía de Tokio, tendrá 18.000 camas en 21 torres de apartamentos. En los próximos años se espera construir más edificios en la zona.
Los apartamentos se venderán o arrendarán poco después, según anuncios de bienes raíces. Los precios comienzan en 54 millones de yenes, o unos 500.000 dólares, y llegan a tres o cuatro veces esa cifra. Algunos temen que la salida a la venta de los apartamentos inunde el mercado y afecte a los precios en el sector.
Varias compañías inmobiliarias venderán las viviendas. Los anuncios sugerían que los apartamentos serían ligeramente mayores a los apartamentos habituales de Tokio, que suelen ser de unos 60 o 70 metros cuadrados, o entre 650 y 750 pies cuadrados.