La diabetes es una enfermedad que afecta la forma en la que el organismo usa la glucosa, un azúcar que es la principal fuente de energía del cuerpo. Existen varios tipos de diabetes, pero las más comunes son las llamadas diabetes tipo 1 y tipo 2. Ambas son las más frecuentes en la población infantil. Según la Federación Internacional de Diabetes (FID), alrededor de 50000 niños menores de 17 años tienen diagnóstico de diabetes tipo 1.
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Frente a esta problemática, Carolina Castrillón, docente en nutrición en la Escuela de Posgrado de la Universidad Wiener, explica que es muy importante tener una vida saludable. Mejorar los hábitos de alimentación en niños con diabetes tipo 1, ayudará a mejorar el control metabólico y; en el caso de niños con diabetes tipo 2, disminuirá el riesgo a que en edad adulta puedan padecer complicaciones en su salud.
“La alimentación de los niños debe cubrir las necesidades nutricionales para la etapa de vida en la que están. Los pequeños de casa deben consumir alimentos que les aporten nutrientes, cuidando las porciones y las combinaciones de los mismos”, comentó Castrillón.
Alimentos indispensables en la dieta de los niños con diabetes
La especialista en nutrición señala los alimentos indispensables en la dieta de los niños con diabetes:
- Alimentos energéticos: Arroz, papa, camote, choclo, menestras, grasas saludables como la palta, aceituna y frutos secos.
- Alimentos formadores: Pollo, carne, pescado, hígado, sangrecita, queso, huevo, leche y yogurt.
- Alimentos complementarios. Verduras y frutas en estado natural. Consumirlas siempre que estén en las porciones adecuadas y que se considere en preparaciones que no incluyan aceite y/o azúcar extra (no más de 5 cucharaditas de azúcar por día), además del consumo de agua diariamente.
La nutricionista recomienda a los padres y madres de familia, no prohibir ningún tipo de alimento a los pequeños de casa. Lo que sí deben tener en cuenta es el aprendizaje de las porciones adecuadas de cada alimento y el momento en el que se debe consumir. Por supuesto, sin dejar de lado la actividad física, al menos 3 a 4 veces por semana.