Juan Pablo Varillas y Lucho Horna, capitán del equipo peruano, celebraron el triunfo con un abrazo. (Foto: Jesús Saucedo / GEC)
Juan Pablo Varillas y Lucho Horna, capitán del equipo peruano, celebraron el triunfo con un abrazo. (Foto: Jesús Saucedo / GEC)
María Paula Regalado

El domingo amaneció soleado nuevamente y, con ello, la promesa de una preclasificación. El segundo y último día del torneo de la Copa Davis empezó con las tribunas del Lawn Tennis Club pintadas de rojo y blanco y una hinchada que no paraba de alentar a la escuadra nacional.

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