Camposol decidió salir del negocio de  espárragos blancos
Camposol decidió salir del negocio de espárragos blancos

A pesar de que tanto el volumen y las ventas de la agroindustrial peruana retrocedieron en 17,76% y 7,37% interanual en la primera mitad del año, la compañía alcanzó una ganancia de US$18,2 mlls., cifra que revirtió la pérdida de US$6,5 mlls. en similar período del 2015. 

Manuel Salazar, CEO de la empresa, explicó que este resultado se debió al efecto de su salida paulatina del negocio de conservas –que manufacturaba parte del portafolio de espárragos, pimientos y alcachofas–, área que había perdido rentabilidad y de la que se retirarán completamente este año. “Aún hay inventario que se seguirá vendiendo”, explicó. 

A la par, señaló que en la primera mitad del año se elevaron las exportaciones de arándanos, el producto estrella en el segmento de frescos. Los envíos equivalieron al 69% del total de lo despachado el año pasado, a consecuencia de la mayor producción en el primer trimestre. “Esperamos que a finales del tercer y cuarto trimestre haya mayor producción y así triplicar nuestra exportación. Hemos estado plantando 540 hectáreas más”, agregó.

—Estrategia—
Para continuar con las eficiencias al interior de su portafolio, Camposol decidió salir del cultivo de espárragos blancos, producto que representó el 12% del total de ventas a junio de este año.

“El rendimiento venía de bajada por la antigüedad, con fenómenos de El Niño que impactaron en su performance”, explicó Salazar.

Así, el costo de mantener el cultivo no iba a ser soportado por el rendimiento de la producción. Y no podía sembrarse nuevo espárrago en esa tierra porque no iba a crecer. “Parte de los terrenos se reemplazaron con paltos, que ya acumulan 2.600 hectáreas. Otra parte fue ocupada por arándanos”, precisó. Ambos cultivos, así como el de mango, tienen buenas perspectivas de ventas en el exterior tanto para este año como para el próximo.

—Marino—
Para su negocio de langostinos, la agroindustrial implementó 50 hectáreas –de las más de 1.000 dedicadas a la cría del crustáceo– con sistemas de pozas intensivas,  las que les asegurarán rendimientos hasta diez veces más altos que los actuales. Ya para el próximo año y a largo plazo se convertirán otras 350 hectáreas con este sistema más moderno. “Queremos estar seguros de que lo que hacemos es estable, replicable y mantenible en el largo plazo para escalar esta inversión”, puntualizó.

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