Ghezzi: Manufactura tendría un "crecimiento nulo" en 2014
Ghezzi: Manufactura tendría un "crecimiento nulo" en 2014
Redacción EC

Llegó el momento de . Hace un tiempo se comenta del tema en los medios en una variedad de perspectivas casi todos los días. Y con razón. En el mundo globalizado, la innovación es clave para lograr y mantener la competitividad y para el desarrollo sostenible, incluyendo la conservación del medio ambiente.

Dada su importancia, la innovación ha sido el enfoque de varias iniciativas para promoverla dentro del país. El sector público está haciendo esfuerzos para reducir las trabas tributarias para las , dando incentivos monetarios por medio de concursos públicos y hasta promoviendo el canje de la inversión en innovación en las empresas que ya operan en lugar de pagar una parte de los impuestos sobre la renta. 

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Además, en el sector privado hay más interés por la innovación. Varios bancos han lanzado programas de préstamos a las nuevas empresas. Han empezado a operar varios fondos de inversión, tanto nacionales como extranjeros, buscando oportunidades para invertir en nuevos negocios. Se han organizado varios foros con especialistas locales y del extranjero para exponer sobre sus experiencias con la innovación.

En el proceso de desarrollar la innovación, ambos tipos de iniciativas –públicas y privadas– son positivas, hasta necesarias, pero no suficientes. Lo que falta todavía en el ámbito empresarial ahora no es tanto el ‘hardware’, sino el ‘software’, un cambio en la mentalidad de los que piensan innovar. Allí hay dos escenarios distintos, pero con desafíos similares para notar. 

En el ecosistema de las start-ups, muchos no se arriesgan a innovar porque temen fracasar. A pesar del deseo de lanzar algo suyo, a la hora de la hora tienen miedo de ser vistos por amigos, familiares u otros empresarios como alguien que “no puede”, “no sabe”, “es un fracasado” y así perder su imagen personal de profesional capaz y exitoso.

Para ellos perder su imagen por haber fracasado es lo peor que les puede pasar. Lamentablemente, se olvidan de que hasta el famoso inventor Thomas Alva Edison tuvo que intentar más de mil veces antes de lograr solo uno de sus múltiples productos. 

En ese contexto, es interesante notar que en en Estados Unidos no se habla de “fracasos” cuando las cosas no van como lo previsto. Se habla más bien de “intentos”, dándose cuenta de que la experiencia ofrece lecciones para futuros intentos y no solamente castigos en el presente. Y esas lecciones pueden ser justo la clave de futuros éxitos. 

Por otro lado, en muchas empresas establecidas en el Perú hay la política del supuesto espíritu de promover cambios dentro del negocio. Pero eso consiste casi exclusivamente en reducir costos –lo que está a su alcance y sabe hacer–, en lugar de arriesgar, de enfrentar nuevos retos promoviendo la innovación, aprovechando las nuevas ideas de gente dentro y fuera de la empresa.

Lo interesante en este caso es que hay excepciones a esta regla en el Perú. Y justamente esas empresas son las que han tenido mejor desempeño. 

Entonces, lo que hace falta en el ámbito empresarial para lograr innovar es cambiar la manera de percibir el proceso de innovación por parte de la gente que dirige las empresas. Ese cambio es el reto de la gerencia para innovar desde ahora.