La contratación de consultores que evalúen cada paso de los expedientes de obras por parte del MTC y de Ositran termina siendo contraproducente, asegura Alberto Pascó Font, consultor senior de Intelfin. (Foto: MVCS)
La contratación de consultores que evalúen cada paso de los expedientes de obras por parte del MTC y de Ositran termina siendo contraproducente, asegura Alberto Pascó Font, consultor senior de Intelfin. (Foto: MVCS)
Aberto Pascó Font

Una parte importante de la inversión reciente en infraestructura es resultado de las concesiones otorgadas hace varios años. Por ejemplo, la concesión del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, otorgada el 2001, viene realizando una inversión de US$2.000 millones en la segunda pista y en un nuevo terminal con capacidad para 40 millones de pasajeros que debe estar culminado a inicios del 2025. La ampliación del Muelle Sur del Callao es otro ejemplo. En este Diario, el gerente general de Aeropuertos del Perú anunció importantes inversiones en aeropuertos regionales para los siguientes años.

Sin embargo, los procesos de aprobación de las inversiones son poco expeditivos. En noviembre de 2022, después de casi 5 años, APMTC suscribió con el MTC una adenda a su contrato de concesión, en la cual se comprometió a invertir $1.200 millones para modernizarse e incrementar su capacidad de manejo de contenedores hasta por 2,8 millones de TEUS (unidad de medida de transporte marítimo) y hasta en 15,5 millones de toneladas la de carga general. El Estudio de Impacto Ambiental se aprobó casi un año después, el 24 de octubre del 2023.

Cada concesionario tiene que seguir el proceso de aprobación de sus inversiones. Se tiene que elaborar y aprobar el estudio de pre-inversión a nivel de perfil y el estudio de ingeniería definitivo antes de poder empezar a construir. En el caso de las concesiones de infraestructura de transportes, el concedente, es decir el MTC tiene que revisar y aprobar todo. Del mismo modo el regulador, en este caso Ositran. Para cada estudio se pueden contratar consultores que revisen lo enviado por el concesionario y hagan comentarios. A veces, por temas presupuestales o de tiempo, se termina contratando por menor cuantía a diversos especialistas para analizar distintas especialidades del expediente. Uno mira lo eléctrico, otro lo sanitario, un tercero estructuras, etc. No sorprende que el proceso de aprobación sea lento y a veces tortuoso. En paralelo lo mismo tiene que hacer Ositran cuando no tiene todos los especialistas en planta.

¿Por qué no se terceriza la aprobación de los expedientes técnicos en todos sus niveles? ¿Por qué no se contrata una firma (o consorcio) de ingeniería de primer nivel especializada en diseño y construcción de obras de infraestructura de transporte (puertos, aeropuertos, carreteras, etc.)? Se puede realizar un concurso por invitación a las mejores firmas internacionales. El proceso de selección sería en conjunto realizada por MTC y Ositran con supervisión de la Contraloría General de la República. Se contrata la firma por un periodo de 4 o 5 años renovables por un pago mensual fijo más un porcentaje por la revisión de cada obra. Se selecciona la empresa que ofrezca el menor costo. Esta empresa asesora tanto al MTC como a Ositran y trabajaría de cerca con los diferentes concesionarios. Sería ideal si como parte de sus funciones, esta entidad no sólo revise aspectos técnicos sino también requisitos regulatorios y legales. Y, podría coordinar con todas las entidades estatales involucradas, como Corpac, la FAP y autoridades ambientales en el caso de los aeropuertos.

De esta manera no es necesario contratar cada vez que se recibe un expediente técnico para revisión. No sólo se acelerarían los procesos, sino que mejoraría la calidad de revisión de los mismos. Pensemos en mecanismos innovadores para reforzar nuestros procesos sin tener que bajar los estándares de los mismos.

*Agradezco a Evans Avendaño por ideas y sugerencias al presente artículo.